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Irán declara que las pláticas nucleares fueron “complicadas” y EE.UU. las calificó como optimistas

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Actualmente lo hace a 60 por ciento, acercándose al 90 por ciento necesario para fines militares.

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Mascate. Estados Unidos e Irán finalizaron este domingo en Omán una cuarta tanda de negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán, sin progresos sustanciales pero con la voluntad mutua de organizar nuevas conversaciones indirectas.

El canciller Abás Araqchi, al frente de la delegación iraní, negoció en Mascate con el emisario estadounidense para Medio Oriente, Steve Witkoff, en un contexto marcado por la exigencia de Washington de suspender cualquier enriquecimiento de uranio en ese país.

El ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Badr Albusaidi, señaló en X que las conversaciones abordaron “ideas provechosas y originales” que reflejaban un deseo compartido entre los dos archienemigos de alcanzar un acuerdo.

Irán y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980, pero bajo la mediación de Omán, llevaron a cabo tres sesiones de conversaciones desde el 12 de abril sobre la espinosa cuestión del programa nuclear iraní.

El objetivo de los encuentros es concluir un nuevo acuerdo para evitar que Irán se dote del arma atómica a cambio del levantamiento de las numerosas sanciones que paralizan su economía.

“Concluyó la cuarta ronda de negociaciones indirectas Irán-EU; pláticas arduas pero útiles para entender mejor las posturas de cada uno y hallar formas razonables y realistas de abordar las diferencias”, informó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmail Baqai, en X.

Un alto funcionario de Estados Unidos calificó de forma positiva los resultados de esta última serie de conversaciones. “Estamos animados con el resultado de hoy y esperamos con ansias nuestra próxima reunión”, afirmó bajo condición de anonimato.

Las conversaciones en Omán “fueron directas e indirectas” y “duraron más de tres horas”, detalló.

Justo antes de que comenzaran, Araqchi reafirmó que el derecho de su país a enriquecer uranio era “innegociable”.

Otra vía

“El enriquecimiento (…) debe continuar y no hay lugar para compromisos al respecto”, insistió tras las negociaciones en la televisión estatal iraní en Mascate, la capital de Omán.

La república islámica, sin embargo, podría abrirse a limitar el nivel de enriquecimiento “para ayudar a crear confianza”, matizó.

Teherán defiende que los fines de su programa nuclear son exclusivamente civiles, aunque Estados Unidos y otras potencias occidentales temen que busque desarrollar un arma atómica y alertan de que se acerca al nivel de enriquecimiento de uranio necesario para ello.

En 2015, Irán y seis grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) cerraron un acuerdo para poner un freno al programa nuclear iraní, pero el pacto quedó en agua de borrajas cuando Trump, en su primer mandato, se retiró de él en 2018.

Desde entonces, Irán se desentendió del compromiso de limitar el enriquecimiento de uranio a 3.67 por ciento. Actualmente lo hace a 60 por ciento, acercándose al 90 por ciento necesario para fines militares. Sus reservas de material fisionable son motivo de inquietud para las potencias occidentales.

Las negociaciones del domingo fueron “mucho más serias y explícitas que en las tres rondas anteriores”, opinó Araqhchi a la televisión estatal iraní.

“Los temas se discutieron en detalle”, agregó y las conversaciones están “avanzando”.

En una entrevista difundida el viernes, Witkoff había advertido que si las negociaciones no eran “productivas el domingo, no continuarán y deberemos tomar otro camino”.

En la misma entrevista, el emisario estadounidense declaró que la administración Trump se oponía a todo enriquecimiento de uranio en Irán.

“Esto significa desmantelamiento, prohibición de la militarización y que Natanz, Fordo e Ispahan (las tres instalaciones de enriquecimiento) tienen que ser desmanteladas”, dijo al medio conservador Breitbart News.

Israel, pendiente de las conversaciones

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump intensificó la presión sobre Teherán con la imposición de sanciones y la amenaza de una intervención militar si estas negociaciones no llegan a buen puerto.

También está pendiente de las maniobras diplomáticas Israel, cuyo primer ministro Benjamin Netanyahu se opone a las conversaciones entre Irán y Estados Unidos. Además del desmantelamiento de las instalaciones nucleares, Netanyahu reclama el fin del programa de misiles balísticos de Teherán.

“Bajo ninguna circunstancia debe el régimen más peligroso obtener el arma más peligrosa del mundo. Sus instalaciones de enriquecimiento de uranio deben ser desmanteladas”, declaró el jefe de la diplomacia israelí, Gideon Saar.

Pero Irán reitera que estas conversaciones se circunscriben únicamente a la cuestión nuclear y el levantamiento de sanciones y excluye cualquier negociación sobre su arsenal militar.

La ronda de negociaciones precede a una gira regional de Trump que lo llevará a Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

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