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Si el senador por La Altagracia, Rafael Duluc, fuera un deportista de atletismo, sería un campeón, a juzgar por la rapidez con la que retiró el proyecto de ley que introdujo el pasado día 2, enfocado en la regulación de los “discursos de odio”, que no serían más que la violencia verbal y los ataques anónimos en las redes sociales.
El retiro del proyecto, según Duluc, se debió a las numerosas reacciones adversas, provenientes precisamente de los medios que pretendía regular.
De moda
Iniciativas como la del senador Duluc son el síntoma de que algo está pasando que genera malestar, no solo por el ruido, sino por la decidida invasión en espacios y ámbitos privados de las personas. La libertad de expresión es algo bueno, al igual que el derecho ajeno.
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