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La industria musical se ha conmocionado tras las recientes revelaciones de Cassie Ventura, la cantante de R&B que mantuvo un noviazgo con el rapero Sean ‘Diddy’ Combs desde 2006, cuando ella tenía 19 años y él 36. Su relación, que se prolongó por más de una década, ha sido retratada por la artista como un verdadero infierno, marcado por agresiones físicas, violaciones, drogas y actos sexuales no consentidos.
Este martes, en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York, Cassie compareció como principal víctima en el juicio por tráfico sexual contra el famoso productor musical. Allí, describió detalladamente los abusos físicos que sufrió:
“Me maltrataba físicamente. Me arrojaba objetos, me daba patadas, me arrastraba por el suelo y me pisoteaba la cabeza”, relató Ventura, respondiendo a las preguntas de la fiscal Maurene Comey.
Según la cantante, estas palizas eran frecuentes, dejándole moretones en todo el cuerpo, ojos amoratados y labios partidos. Actualmente con 38 años, embarazada de ocho meses y medio, Ventura ofreció su testimonio, tomando pausas para beber agua y recuperar el aliento.
Uno de los momentos más impactantes de la jornada fue cuando se abordó el video en el que Diddy aparece golpeando a Cassie en el pasillo de un hotel en Los Ángeles. Según ella, ese día ambos estaban teniendo relaciones con un trabajador sexual en su habitación, en una práctica que el rapero denominaba “freak off”.
Las fiscales han calificado estos “freak offs” como episodios orquestados por Combs y no consentidos, involucrando a mujeres y trabajadores sexuales masculinos. Cassie explicó:
“Me propuso hacer ‘voyeurismo’, es decir, que él observara mientras yo tenía relaciones con otros hombres”.
Durante su declaración, relató cómo los encuentros eran coreografiados por Combs, quien elegía la vestimenta, el ambiente, la iluminación e incluso los movimientos. En ocasiones, debía usar una máscara, tacones muy altos o meterse en una piscina para niños llena de aceite para bebés, según los caprichos del rapero.
“Sentía que no podía decir que no”.
Según Ventura, el primer freak off tuvo lugar cuando ella tenía 22 años y fue registrado en fotografías. Ese día, Combs supuestamente le dio éxtasis para drogarla antes del acto.
“Al terminar, estaba drogada y me sentía entre sucia y confundida, porque vi que él estaba muy contento y pensé que entonces había hecho algo bueno”.
Uno de los episodios más estremecedores narrados en la corte ocurrió cuando un trabajador sexual orinó sobre ella por orden directa de Diddy:
“Fue humillante y asqueroso. Levanté mi mano (indicando que parase) y Diddy me dijo que parara”.
La artista explicó que consumía todo tipo de drogas para poder disociarse durante estos encuentros: éxtasis, MDMA, ketamina, marihuana y setas.
“Para mí era disociativo y adormecedor. No podía imaginarme haciendo nada de eso sin tener algún tipo de amortiguador o una forma de no sentirlo como lo que realmente era”.
Estos “freak offs” ocurrían en hoteles de ciudades como Ibiza, Los Ángeles, Nueva York, Miami y las Islas Turcas y Caicos, y podían durar varias horas, divididas en sesiones. Luego, la pareja solía encerrarse para continuar con relaciones sexuales o consumir drogas.
Ventura aseguró que Combs grababa muchos de estos encuentros, a veces con el móvil de ella misma:
“Si los videos estaban en mi celular, los borraba porque eran humillantes. No quería que nadie los viese”.
El juez ha ordenado que estos materiales audiovisuales solo se proyecten ante el jurado, para evitar la revictimización tanto de Ventura como de otra mujer identificada como “Jane”, que también testificará.
Además de Cassie, han declarado en el juicio un ex guardia de seguridad del hotel donde ocurrió una de las agresiones y un stripper que participó en uno de los encuentros.
Sean Combs permanece detenido desde septiembre en una prisión de Brooklyn y enfrenta cargos por conspiración para extorsión, tráfico sexual y proxenetismo. Este miércoles, Cassie volverá al estrado para responder a las preguntas de la defensa.
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