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NUEVA YORK (AP) — Aun cuando Jayson Tatum se ausentó debido a una lesión que puso fin a su temporada a comienzos de esta semana, los Celtics de Boston aún creían que podían encontrar la forma de vencer a los Knicks.
La creencia finalizó con 1:49 por jugar en el tercer cuarto del Juego 6 el viernes por la noche, cuando el entrenador Joe Mazzulla retiró a sus titulares, con los Knicks de Nueva York aventajando por 41 puntos.
“Pienso que dieron todo lo que tenían durante esta temporada”, comentó Mazzulla. “Obviamente no lo conseguimos, pero no se puede quitar lo que hicieron y este es el precio que se paga por tratar de buscar algo y así es como funciona”.
Los Celtics lograron el mejor récord de la NBA la temporada pasada, pero esta vez se conformaron con el sembrado No. 2 en el Este, detrás de Cleveland. Aun así, Boston ganó 61 partidos, incluido un récord de franquicia de 33 como visitante, y era el favorito para derrotar a un equipo de los Knicks al que barrió en la temporada regular.
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Pero los Celtics dilapidaron ventajas de 20 puntos en casa en los dos primeros partidos, perdieron a Tatum al final del Juego 4 cuando trataban de empatar la serie, y nunca tuvieron la oportunidad el viernes de enviarlo de vuelta a Boston para un juego decisivo el lunes.
“No tuvimos el mismo equipo este año que el año pasado”, expresó el escolta Derrick White. “Cada año es un equipo diferente. Teníamos una meta al principio del año y nos quedamos cortos”.
Tal vez las cosas podrían haber sido diferentes con un Tatum sano, su máximo anotador, quien se perderá al menos una buena parte de la próxima temporada mientras se recupera de una cirugía.
Y tal vez un Kristaps Porzingis en buena forma habría ayudado. Finalizó una serie desastrosa con cuatro puntos en 11 minutos saliendo desde la banca en el Juego 6. Afectado por el aparente resurgimiento de un virus que tuvo al final de la temporada y que agota su energía, perdió su lugar como titular en la serie y nunca anotó en dobles dígitos, mientras que registró más de 20 minutos solo una vez.
“Fue un reto duro para mí personalmente”, manifestó Porzingis. “Termina con un sabor amargo como este, pero todos tenemos que irnos a casa sabiendo que lo dimos todo aquí y luego puedes dormir por la noche”.
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