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La hipertensión arterial es el padecimiento que afecta a más dominicanos y los expone a sufrir y morir de enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Así lo analiza el doctor Fulgencio Severino, jefe del departamento de Cardiología del Hospital Salvados B. Gautier. Según la última encuesta realizada por la Sociedad Dominicana de Cardiología en 2017, el 31% de la población dominicana mayor de 18 años padece hipertensión arterial. Se trata de 140 a 90 milímetros de mercurio, como plantea la Sociedad Europea de Cardiología. El profesional asegura que la prevalencia aumentaría al 53% cuando para el diagnóstico utilizan niveles de 140 a 80 milímetros de mercurio. Así lo sugiere la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología. El porcentaje es más dramático, esto implica que uno de cada 2 o 3 adultos sufre de hipertensión arterial y su falta de tratamiento lo pone en riesgo de complicaciones cardiovasculares y renales. Los estudios en pacientes con enfermedad cardiovascular han determinado que la hipertensión es responsable de uno de cada tres eventos cardiovasculares y una de cada cinco muertes. Las complicaciones de la hipertensión arterial son más frecuentes en pacientes sin tratamiento por desconocer que son hipertensos o por negarse a tomar medicamentos y en aquellos que siendo tratados no están controlados, afirma el especialista. El riesgo del paciente sin tratamiento o con tratamiento pero no controlado es cuatro veces mayor que quienes no son hipertensos y 1.5 veces mayor que quienes están controlados. En República Dominicana según estudio de la Sociedad Dominicana de Cardiología en 2017, el 32% desconoce que tiene esa condición, el 61% está recibiendo tratamiento y un 36% está controlado. Esto representa más de 1.7 millones de enfermedades cardiovasculares fatales y no fatales en los próximos cinco años. Para revertir este escenario es necesario exigir a todas las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) un registro de la presión arterial de sus afiliados y afiliadas mayores de 18 años y garantizar la cobertura completa de los medicamentos antihipertensivos. Además, exigir un plan de educación a esa población para llevar un estilo de vida saludable como alimentación a base de vegetales, ensaladas, productos termales y granos. Reducir el consumo de alcohol a no más de dos cervezas pequeñas, 10 copas de vino y un trago de alcohol por semana y de sal a menos de 2.5 gramos por día. Se sugiere consumo de pescado y aves. Reducir alimentos fritos e industrializados, abandonar el tabaco y otros productos para fumar y hacer ejercicios, aconseja el médico.
