Las hazañas físicas de Tom Cruise a los 62: así se prepara para “Misión Imposible”

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Se ha lanzado desde riscos, se ha colgado de aviones despegando y ha aguantado la respiración bajo el agua tanto como los profesionales del apnea. Ahora, a los 62 años, Tom Cruise vuelve como Ethan Hunt para una última tarea, y sigue realizando sus propias acrobacias.Con “Misión Imposible: Sentencia Final”, la saga llega a su emocionante desenlace. Pero tras los espectáculos que desafían a la muerte, se esconde una pregunta interesante: ¿hasta dónde puede llegar el cuerpo humano -y el entrenamiento- para conseguir lo aparentemente inalcanzable?Y, ¿a qué costo?Durante el rodaje de las ocho películas de “Misión Imposible”, Cruise se ha roto un tobillo, se ha fisurado costillas y se ha desgarrado un hombro.Tu encargo, si decides aceptarlo, es considerar las capacidades -y los límites- del cuerpo humano para lograr esas impresionantes proezas.¿Hasta qué punto es posible entrenarse para alcanzar lo que parece imposible?Puede leer: ¿La nueva era de Karol G? La artista revela fecha y nombre de nueva canciónEn “Misión Imposible: Nación Secreta”, Hunt recorre una cámara acorazada submarina para recuperar un libro de contabilidad robado. Cruise quería filmarlo todo en una sola toma y pidió ayuda a instructores de apnea para aguantar la respiración durante el tiempo requerido: ¡más de seis minutos!El ser humano promedio puede contener la respiración entre 30 y 90 segundos. Eso sin entrenamiento. Aunque existe un reflejo de inmersión innato en el cuerpo humano que le permite adaptarse temporalmente a la inmersión subacuática.La clave reside en reducir el ritmo cardíaco y redirigir la sangre hacia el centro del cuerpo, lo que esencialmente le permite disminuir su demanda metabólica y preservar la función de los órganos vitales, como el cerebro y el corazón.Todo muy bien, pero considere ahora la necesidad de nadar, así como de resistir la presión del agua que comprime los pulmones. Y todo esto mientras se enfrenta también a ese impulso desesperado, como consecuencia del aumento de CO₂, de inhalar profundamente, lo que, bajo el agua, sería catastrófico.Y, si los niveles de oxígeno del buceador bajan demasiado, podría perder la consciencia. Por eso el peligro de ahogamiento en aguas poco profundas es un riesgo real.Ahí es donde entra en juego el entrenamiento de apnea.Con la práctica, hay varias formas de aumentar el tiempo que se es capaz de permanecer bajo el agua. Entre ellas se incluye el dominio de técnicas de respiración para retener la máxima cantidad de aire en los pulmones. La práctica continua también puede aumentar la capacidad de almacenamiento de oxígeno en el torrente sanguíneo.Este proceso lleva meses o años en lograrse y puede alargar el tiempo de inmersión, por lo general, a unos cinco minutos. Lo que Cruise logró fue excepcional.Las películas de “Misión Imposible” suelen empezar con Ethan Hunt trepando por algún edificio o risco imposiblemente escarpado con la agilidad de una cabra montesa. Da la impresión de que escala sin arnés y, al principio de “Misión Imposible 2”, se sujeta con una sola mano. Aunque Cruise usaba cables de seguridad para sujetarse, la escalada era 100% real.Y, por supuesto, ¿cómo olvidar esa escena? La de la “Misión Imposible” original, en la que tiene que suspender todos sus miembros, a centímetros del suelo, para evitar que salten las alarmas.Aunque Cruise no ha revelado su régimen de entrenamiento específico para estas escenas que yo sepa, realizar cualquiera de estas acciones requiere una espalda y un tronco excepcionalmente fuertes.Los músculos de la espalda mantienen la columna recta y erguida. Algunos se extienden entre la espalda y las extremidades, como el dorsal ancho. Estos músculos, muy valorados por los culturistas, también son muy valiosos para los escaladores, ya que les permiten trepar por una pared rocosa.