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El antesalista dominicano Rafael Devers brilló este viernes, al encabezar la ofensiva de los Medias Rojas de Boston en una abultada victoria de 19-5 sobre los Orioles de Baltimore, en el primer encuentro de una doble cartelera en el Fenway Park.
Devers conectó dos jonrones, incluyendo un grand slam, y marcó un nuevo récord personal con ocho carreras impulsadas, después de finalizar la jornada con una marca de 6-4 al bate. Su actuación culminó una histórica octava entrada, donde Boston fabricó 13 carreras, destacando que los Orioles recurrieron al jugador de posición puertorriqueño Emmanuel Rivera como lanzador, en un intento por frenar el daño.
El primer cuadrangular de Devers, de tres carreras, llegó en el sexto inning ante un slider del relevista zurdo Gregory Soto. El batazo, que recorrió 408 pies hasta el bullpen del jardín derecho-central, registró una velocidad de salida de 108.1 millas por hora, según Statcast, y le dio a los Medias Rojas una ventaja que no abandonarían.
Sin embargo, no todo fue alegría para Boston. El antesalista Alex Bregman, en su primera temporada con el equipo, encendió las alarmas al abandonar el juego tras sentir una molestia en el cuádriceps al correr entre primera y segunda base. Aunque el diagnóstico inicial es prometedor, al descartarse una lesión en el tendón de la corva, su participación en los próximos juegos está en duda.
Bregman había sido una pieza clave en la alineación de Boston, con una sólida línea ofensiva de .299/.385/.553, con 11 jonrones, 17 dobles y 35 carreras impulsadas en 51 partidos.
Los Medias Rojas ya enfrentan una baja importante en su cuadro interior, después de que se confirmara que el inicialista Triston Casas está fuera por el resto de la temporada debido a una rotura del tendón rotuliano izquierdo, sufrida el pasado 2 de mayo.
En esa productiva sexta entrada, los Medias Rojas remontaron el marcador gracias a sencillos remolcadores consecutivos de Ceddanne Rafaela y Jarren Durán, antes del batazo de Devers que desató la ofensiva de Boston.
Con esta victoria, Boston no solo dio un golpe de autoridad sobre un rival divisional, sino que reafirmó su capacidad para superar las dificultades con una ofensiva explosiva liderada por su figura más consistente: Rafael Devers.
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