Economicas

Una travesía por el Lago Enriquillo: Los encantos turísticos del “sur profundo”

8694316124.png
Cada alto de la ruta perfilan el "sur profundo" como un espacio de ecoturismo para impulsar.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Cada alto de la ruta perfilan el “sur profundo” como un espacio de ecoturismo para impulsar.

En un recorrido de cuatro horas, desde Santo Domingo, el sureste dominicano brinda una experiencia acogedora de ecoturismo e historia: la vuelta al lago Enriquillo, un paseo alrededor del punto más bajo del Caribe.

Las provincias Bahoruco e Independencia tienen sus encantos. Para esta excursión hay tres detalles indispensables: la compañía en un largo viaje, el protector solar debido a las altas temperaturas y los trajes de baño para cada zambullida.

La travesía comienza en la estatua del indio cerca de Duvergé, el escenario para las primeras fotos rumbo a la carretera. Y en este municipio, la primera parada obligada: el balneario La Zurza.

Su distintivo: agua azufrada con nacimiento en el mismo sitio, en un ambiente rodeado de naturaleza. De fácil acceso, pues está en la carretera secundaria RD-46 que lleva hacia El Limón-Jimaní.

Esta vía cuenta con varios miradores desde los que se puede contemplar la extensión del lago e isla Cabritos -donde se encuentra la mayor población de cocodrilos americanos-, bordeando toda la zona para una próxima parada en Boca de Cachón.

Entrando en un oasis natural de aguas cristalinas, que recientemente fue renovado con una inversión de 103 millones de pesos por el Ministerio de Turismo.

Este entorno ofrece juegos infantiles, áreas verdes, iluminación, bancos de hormigón, mesas de pícnic y duchas gratuitas, además de escalinatas y rampas para una mejor accesibilidad.

Con atractivos similares a la siguiente parada: Las Barias en La Descubierta, de aguas a bajas temperaturas y a veces turbias, en un entorno de bosque reservado mayormente para el disfrute de los lugareños.

La experiencia da un giro saliendo de allí en dirección al Parque Nacional Lago Enriquillo, cambiando la diversión de un bañista por la curiosidad de la zoogeografía. En esta, la población de iguanas rinoceronte y ricord, un par de especies “fotogénicas”.

Igualmente, se encuentra el muelle hacia la mayor reserva natural de agua de todas las Antillas, permitiendo acercarse para apreciar cada singularidad. Está a menos 29 metros bajo el nivel del mar, en una cuenca endorreica, o sea, no tiene salida fluvial hacia el océano.

A corta distancia de las Caritas de Los Indios, a las cuales se accede subiendo un corto sendero. Es un contacto directo con la historia, observando petroglifos que representan la forma de comunicación de poblaciones taínas.

Por su altura, es una galería con vistas horizontales del lago. Además, una experiencia imperdible es escalar y presenciar las puestas de sol.

La continuación del viaje regresa a los balnearios, incluyendo el Hoyo de Felipe en Los Ríos y Los Cachones de Villa Jaragua, antes de Las Marías en Neiba.

Este último es un espacio más dinámico: tiene hotel, bar, parqueos y varios puestos de “frituras” a su alrededor, cuyo distintivo es la “carnita de res” frita, acompañada de “guasacaca” y tostones.

De aguas cristalinas provenientes de una fuente natural, lo que le vale fama para excursionistas y nativos. Está en la misma carretera antes de Neiba, por tanto, es un destino de fácil acceso.

Así, cada una de las paradas posicionan el “sur profundo” como un espacio de ecoturismo a potencializar.

¿Qué necesita para lograr ese objetivo? Renovación de vías con baches y arroyos desbordados, además de una mayor oferta gastronómica (apertura de lugares con ese fin).

TRA Digital

GRATIS
VER