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Aryna Sabalenka (1ª) juega en otra división. No parece encontrar oposición, al menos en las primeras rondas de un gran torneo. Justificando su puesto de número uno en cada presentación, la bielorrusa no cesa de sumar triunfos esta temporada. Y su estreno en Roland Garros no fue la excepción: superó sin mayores complicaciones a la rusa Kamilla Rakhimova (75ª) por 6-1 y 6-0 en una hora precisa de partido.
El ritmo del encuentro lo impuso siempre la nacida en Minsk. Si bien su rival intentó no ceder terreno y jugarle de igual a igual desde la línea de fondo, poco pudo hacer cuando la principal candidata al título en París activó el modo turbo. ¿En qué consistió? En la potencia desde el fondo de la cancha, los winners de derecha y los espacios hallados con el revés paralelo. Cuando Sabalenka estaba firme, no había defensa posible. Quizás, su único punto a mejorar fueron las subidas a la red (7/14).
Ahora bien, así como acertó (30 tiros ganadores), también cometió errores no forzados (15). Y aunque el resultado fue amplio, hubo varios juegos con marcador ajustado. De hecho, Rakhimova tuvo un par de oportunidades de quiebre para descontar, pero no logró acelerar lo suficiente para obtener la recompensa.
Con un sólido 80% de primeros servicios (ganando el 71%) y cinco aces, Sabalenka completó un gran partido al servicio y mandó una señal clara al resto del cuadro: para vencerla, hará falta mucho más que un buen intento.
“Estoy muy feliz de volver a París y de jugar frente a ustedes. Estoy muy emocionada de jugar otra vez el Abierto de Francia. Siempre el primer partido es peligroso, pero pude conseguir el triunfo y avanzar a la siguiente ronda”, afirmó, apenas finalizó el duelo.
En la siguiente ronda, la tres veces campeona de Grand Slam se enfrentará con la ganadora del cruce entre la italiana Lucrezia Stefanini (153ª; Q) y la suiza Jil Teichmann (98ª).
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