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Arkansas, Estados Unidos.- Un exjefe de policía de Arkansas, hallado culpable de asesinato en primer grado y violación, logró fugarse este domingo del Centro Correccional North Central Unit en Calico Rock, según confirmaron las autoridades carcelarias. Grant Hardin, quien desempeñó brevemente el cargo de jefe policial en el pequeño pueblo de Gateway, cerca de la frontera con Misuri, permanecía encarcelado desde 2017.
Las autoridades no han dado detalles sobre cómo Hardin consiguió evadirse, pero confirmaron que se está llevando a cabo una búsqueda coordinada con agencias locales, estatales y federales para dar con su paradero.
De acuerdo con The Associated Press, Hardin fue sentenciado en 2017 a 30 años de prisión por el asesinato de James Appleton, un empleado del departamento de aguas de Gateway de 59 años. Según documentos judiciales, Appleton fue asesinado de un disparo en la cabeza mientras conversaba con su cuñado, el entonces alcalde Andrew Tillman, el 23 de febrero de 2017. Su cuerpo fue hallado dentro de un vehículo cerca de Garfield.
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Pero este no era el único crimen en su historial. En 2019, Hardin recibió una condena adicional de 50 años por la violación en 1997 de una maestra de primaria en Rogers, al norte de Fayetteville. El caso había permanecido sin resolver durante años hasta que las pruebas de ADN recolectadas en la escena del crimen coincidieron con su perfil genético cuando ya estaba en prisión por el homicidio de Appleton.
Las autoridades han activado un operativo conjunto entre el Departamento de Correcciones de Arkansas y agencias de seguridad para localizar a Hardin, considerado sumamente peligroso. Hasta el momento, no se ha informado sobre posibles pistas sobre su paradero, pero se espera que su rostro sea difundido en alertas policiales.
La fuga ha generado preocupación entre residentes de Arkansas y Misuri, dada la violencia de sus crímenes y su conocimiento de tácticas policiales. Las autoridades recomiendan a la población no acercarse al fugitivo y reportar cualquier avistamiento al 911.
La falta de información sobre el método de escape ha suscitado preguntas sobre los protocolos de seguridad en la prisión de Calico Rock. Hardin, condenado a 80 años de prisión en total, estaba considerado un recluso de alto riesgo, por lo que su fuga expone posibles fallas en el sistema.
Este incidente se suma a otros casos recientes de fugas en cárceles estadounidenses, reavivando el debate sobre la eficacia de las medidas de seguridad en centros penitenciarios.
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