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Algunos políticos opositores fustigan al Gobierno por la inacción de la Procuraduría para perseguir claras violaciones al derecho al honor, a causa de chantajistas y extorsionadores que usan redes sociales y medios digitales para delinquir.
Ciertamente, también critican la detención de un dominicano radicado en Miami que se hace pasar por detective para despotricar y amenazar a funcionarios y empresarios con escandalosas acusaciones sin ninguna prueba.
El polémico personaje mediático llegó a burlarse de sus víctimas y retarlas a ir a la Florida para arrestarlo o demandarlo. Varios se querellaron por difamación y ataques sistemáticos a su reputación, perpetrados por este deficiente imitador de Ossa (diosa menor de la pléyade griega, conocida como Fama en latín, cuyo oficio era el chisme y la maledicencia, mencionada por Homero y Hesíodo).
Su desobediencia a múltiples citaciones para responder por las demandas, motivó en 2021 que un juzgado penal lo declarara en rebeldía y emitiera una orden de arresto, cumplida mientras viajaba en un crucero por aguas territoriales dominicanas.
La actitud del individuo quedó demostrada en sus groseros insultos al jefe de Estado gritados a periodistas al ser arrestado.
Ahora un destacado político opositor asegura que el detenido es amigo de Trump y Marco Rubio, y que su arresto causará problemas.
¡Qué disparate! Ningún funcionario estadounidense elegirá respaldar a quien ha difamado a medio gabinete dominicano e injuriado al presidente, detenido por orden de un juez por fugitivo, no arbitrariamente. ¿O alguien cree que ese dominicano justifica molestar al mejor aliado de Trump en el Caribe? ¡Que lo juzguen!