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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los “montachoques” se han transformado en un modus operandi delictivo, que implica provocar accidentes viales a propósito, con la finalidad de extorsionar a los conductores implicados. Esta práctica, cada vez más común en las vías de la Ciudad de México y el Estado de México, afecta a automovilistas que son sorprendidos en avenidas de alto tránsito.
Aunque el delito no es nuevo, su forma de actuar se ha sofisticado. Según cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), cerca del 30 por ciento de los intentos de fraude a aseguradoras en México están relacionados con estos incidentes. Datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reportan un aumento del 15 por ciento en las denuncias por este delito en el último año.
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En una entrevista reciente publicada por el youtuber Yulay, un supuesto miembro de una banda de “montachoques”, identificado como “Dany”, explicó el proceso que siguen para seleccionar a los automovilistas a quienes llaman “clientes”.
Según su relato, los “montachoques” buscan vehículos que aparenten buen estado y cuyos dueños puedan tener capacidad de pago. Posteriormente, consultan el Registro Público Vehicular (Repuve) para obtener información sobre el auto mediante la placa. Con esos datos, verifican en la base de la AMIS si el vehículo tiene seguro vigente.
“Nuestro objetivo son autos sin seguro, porque un conductor puede pagar más que una aseguradora”, declaró “Dany” en la entrevista. Agregó que, mientras un conductor puede entregar hasta 15 mil pesos en el lugar del accidente, el pago de una aseguradora suele ser menor y toma más tiempo.
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Los “montachoques” suelen actuar en grupo, con equipos de hasta seis personas. Según el testimonio de “Dany”, las bandas están integradas por conductores conocidos como “amarradores” que provocan el accidente, copilotos que simulan ser testigos imparciales y, en ocasiones, un segundo vehículo que genera presión sobre el conductor víctima.
El procedimiento consiste en ubicar a la víctima en avenidas como Circuito Interior, Periférico, Eje Central o Paseo de la Reforma. Luego, colocan su vehículo delante, conducen en neutral y frenan repentinamente para provocar el choque. También emplean maniobras como cambios de luces y de carril para inducir errores de conducción.
Tras el choque, los delincuentes buscan que la víctima acepte un acuerdo económico inmediato. Si el conductor se resiste, recurren a amenazas o violencia física para obtener el pago en efectivo, teléfonos celulares u otros objetos de valor. De acuerdo con el testimonio, las ganancias pueden llegar hasta 50 mil pesos en un solo día.
Según datos de la AMIS, uno de cada tres intentos de fraude a las aseguradoras en el país está relacionado con la práctica de los “montachoques”. Además de la Ciudad de México y el Estado de México, las entidades con mayor incidencia son Jalisco y Nuevo León.
Las autoridades recomiendan a los conductores tomar medidas preventivas y actuar con cautela si se enfrentan a esta situación:
El delito puede ser castigado con penas de 8 a 20 años de prisión y multas superiores a los 18 mil pesos, en casos donde se confirme la participación de grupos delictivos.
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