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Washington, 7 de junio de 2025. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que no fue su decisión permitir el retorno a suelo estadounidense de Kilmar Ábrego García, inmigrante que había sido deportado por error a El Salvador, pese a la orden de la Corte Suprema de que regresara.
Kilmar Ábrego fue expulsado del país junto con más de 230 individuos, a pesar de tener un estatus legal que lo protegía de la deportación. La Corte Suprema de Estados Unidos, al igual que un tribunal de primera instancia, concluyó que su deportación fue ilegal y demandaron su inmediato regreso. Sin embargo, la Casa Blanca se había negado a acatar dichas órdenes judiciales, lo que generó un conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, considerado por expertos como una crisis constitucional.
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En una entrevista telefónica con la cadena NBC, el presidente Trump aseguró: “Esa no fue mi decisión”, y explicó que fue la fiscal general Pam Bondi quien decidió traer de vuelta a Ábrego, aprovechando una acusación federal en su contra por supuesto tráfico de personas.
El regreso de Ábrego fue anunciado este viernes por la fiscal Pam Bondi, quien presentó cargos en su contra por presuntamente haber transportado inmigrantes indocumentados desde el estado de Texas hacia Maryland y otras entidades entre 2017 y 2025.
Trump respaldó la decisión de la fiscal y declaró que “debería ser un caso muy sencillo” para los fiscales federales. El origen de esta acusación se remonta a un encuentro en Tennessee en 2022, cuando agentes de policía detuvieron a Ábrego mientras viajaba con varias personas que supuestamente no tenían documentos migratorios.
Ábrego permanece bajo custodia de las autoridades federales, y su equipo legal ha negado las acusaciones presentadas por la Fiscalía. Sus abogados aseguran que su cliente fue víctima de un proceso injusto y reiteran que su permanencia en Estados Unidos estaba amparada por la ley migratoria.
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Por su parte, Trump afirmó que no ha tenido comunicación reciente con el presidente salvadoreño Nayib Bukele en relación con este caso. Cabe señalar que, durante una visita oficial en abril pasado, Bukele aseguró que no permitiría el regreso de Ábrego, pese a que el propio Gobierno de Estados Unidos admitió que su expulsión se debió a un “error administrativo”.
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