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Las pantallas, por sí mismas, no son perjudiciales para la vista. El uso prolongado de pantallas puede generar incomodidades visuales, fatiga y resequedad ocular
Santo Domingo. – En la era digital, las pantallas ocupan un lugar central en nuestra vida diaria. Desde el momento en que despertamos y revisamos el móvil hasta el uso extenso de la computadora en el trabajo, los dispositivos electrónicos se han convertido en herramientas indispensables. Sin embargo, con su uso intensivo, también han surgido dudas sobre sus posibles efectos en nuestra salud visual.
Mary Ann Hernández, oftalmóloga especialista en superficie ocular del Centro Integral de Oftalmología de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), especificó que en la actualidad no existen pruebas científicas de que el uso prolongado de pantallas cause daños permanentes en la visión.
Aclarándose que las pantallas en sí mismas no son dañinas para el ojo. Sin embargo, es innegable que su uso excesivo puede causar molestias y síntomas visuales, sobre todo relacionados con la fatiga ocular y la resequedad, ya que al pasar largas horas leyendo o trabajando en dispositivos electrónicos, solemos reducir sin darnos cuenta la frecuencia del parpadeo.
Dicha acción disminuye la lubricación natural del ojo y favorece la aparición de patologías de superficie ocular como el síndrome de ojo seco, y presentar síntomas como visión borrosa, picor y enrojecimiento ocular, sensación de arenilla o cuerpo extraño y ojos cansados o doloridos, señalando que estos efectos, aunque no permanentes, sí pueden afectar de forma significativa la calidad de vida si no se toman medidas preventivas.
La doctora Hernández nos proporciona una serie de recomendaciones prácticas para evitar las molestias derivadas del uso prolongado de dispositivos electrónicos:
Iluminación adecuada; no basta con regular el brillo del dispositivo; el entorno también debe estar bien iluminado. Idealmente, la luz ambiental debe ser más tenue que la del dispositivo para reducir el contraste y evitar que los ojos se esfuercen demasiado. Mirar al infinito y aplicar la regla 20-20-20; cada 20 minutos, mirar un objeto que esté a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos.
Este breve descanso relaja el músculo ciliar del ojo y previene la fatiga ocular.
Parpadear con frecuencia; en promedio, una persona parpadea 15 veces por minuto. Pero al usar pantallas, esta frecuencia puede disminuir a 5-7 veces por minuto. Parpadear mantiene el ojo hidratado y previene la resequedad. En entornos de oficina, donde también influyen el aire acondicionado o la calefacción, es recomendable usar lágrimas artificiales si es necesario.
Uso de gafas para computadora; pueden ayudar a disminuir el cansancio ocular. Algunos incluyen lentes multifocales que facilitan el cambio de enfoque entre diferentes distancias. Puntualiza, es importante no confundir estas gafas con las que bloquean la luz azul, ya que no hay evidencia suficiente de que los filtros de luz azul prevengan daño ocular, aunque algunas personas sienten menos fatiga al usarlos.
Ajuste de brillo y contraste; si la pantalla brilla más que su entorno, sus ojos trabajan más. Ajustar el brillo de la pantalla al nivel de la luz circundante y aumentar el contraste puede hacer que la lectura sea más cómoda.
La especialista indica sobre la postura correcta que la pantalla debe colocarse a unos 60 cm de distancia (la longitud de un brazo) y a una altura que permita que los ojos miren ligeramente hacia abajo.
Esto reduce la tensión en los músculos oculares y del cuello. Reducir reflejos y destellos; el brillo excesivo de las pantallas también puede cansar los ojos. Es aconsejable usar filtros antirreflejo o pantallas mate, disponibles en muchas tiendas de computadoras.
La especialista hace un llamado a la prevención, destacando que cuidar la visión en la era digital implica adoptar hábitos inteligentes, descansar los ojos, parpadear con frecuencia y someterse a chequeos oftalmológicos periódicos. La salud visual es parte de la calidad de vida y bienestar general.
Uno de los temas que más preocupa a los oftalmólogos en la actualidad es el aumento en la prevalencia de la miopía, especialmente en niños y adolescentes.
El trabajo en visión próxima, como leer desde el celular o una tablet durante horas, exige un esfuerzo continuo de enfoque (acomodación) del ojo.
Este esfuerzo prolongado podría estar relacionado con el desarrollo o progresión de la miopía (una condición en la que los objetos lejanos se ven borrosos), un defecto refractivo que se ha incrementado hasta un 50 por ciento en los últimos años.
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