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La familia Bryant de Alabama organizó una celebración muy especial este 31 de mayo, para festejar el primer cumpleaños de sus cuatro hijos, quienes han hecho historia como los cuatrillizos más prematuros.
Lainey, Kali, Lennon y Koen, o los “Cuatrillizos de Aub”, como se les llama con cariño, nacieron de Rebecca “Becca” y Lavareis Bryant (estadounidenses) con 23 semanas y 4 días de gestación en el hospital de la Universidad de Alabama en Birmingham, Alabama, EE. UU., el 31 de mayo de 2024.
Estos increíbles bebés llegaron 115 días antes de su fecha prevista de parto, el 23 de septiembre, batiendo un récord de casi 30 años que la familia Tepper (Australia) mantenía desde 1997 por sus cuatrillizos prematuros de 104 días.
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Sin embargo, los cuatrillizos felices, saludables y animados que la familia Bryant celebra ahora lucen muy diferentes a los cuerpos diminutos y frágiles con los que nacieron el pasado mayo.
Al nacer, los cuatrillizos pesaron lo siguiente: Lainey (577 g; 1 lb 4.4 oz), Kali (597 g; 1 lb 5 oz), Lennon (647 g; 1 lb 6.8 oz) y Koen (611 g; 1 lb 5.6 oz). El embarazo de Becca fue extremadamente raro, y los bebés estuvieron alarmantemente delicados después del parto. Pero tras varios meses de atención especializada en la UCIN de Nivel IV (Unidad Regional de Cuidados Intensivos Neonatales) del hospital, todos los cuatrillizos recuperaron milagrosamente sus fuerzas y fueron dados de alta el 10 de diciembre de 2024.
Ahora, los cuatro hermanos son un grupo adorable y simpático, que aún se está acostumbrando a la vida en una casa con nueve personas. Los Bryant tenían tres hijos antes de los cuatrillizos, ¡y su familia ha crecido hasta ser como un equipo de béisbol!
Y sus orgullosos padres se sienten aliviados de estar libres de la terrible y emotiva experiencia del parto, con todos sus retoños nuevamente en el mismo hogar.
Becca y Lavareis vivían con sus tres hijos en una casa luminosa y hermosa en Auburn, Alabama, cuando decidieron intentar tener un hijo más para completar su feliz familia. Pero la experiencia resultó ser mucho más tumultuosa, aunque gratificante, de lo que jamás imaginaron. Tras sufrir un aborto espontáneo al principio del proceso, Becca decidió hacerse una prueba de embarazo seis semanas después y descubrió que estaba embarazada.
“¡Y es positivo! Y pensé: ¡Uy! ¡Estamos embarazadas otra vez!”, dijo, compartiendo una gran sonrisa con su esposo Lavareis.
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