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Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer 12 de junio, que desea “hacer algo” para resguardar a los migrantes que laboran en la agricultura y hoteles de ser deportados si se encuentran en situación irregular.
Las deportaciones forzosas de migrantes sin papeles han provocado manifestaciones en Los Ángeles en los últimos días, algunas de ellas con enfrentamientos con la policía.
Las protestas surgieron luego de que la policía de inmigración realizara arrestos en el aparcamiento de una tienda.
Los grupos de la industria agrícola estadounidense buscan desde hace tiempo que el presidente Trump exima a su sector de las deportaciones masivas, que podrían trastornar una cadena de suministro de alimentos que depende en gran medida de los inmigrantes.
“Nuestros agricultores están siendo muy perjudicados porque, ya sabe, tienen muy buenos trabajadores. Han trabajado para ellos durante 20 años. No son estadounidenses, pero han demostrado ser, ya sabe, geniales, y vamos a tener que hacer algo al respecto”, declaró a los periodistas en un acto en la Casa Blanca.
“Vamos a emitir una orden sobre eso bastante pronto, creo. No podemos hacerle eso a nuestros agricultores y también al sector del ocio, a los hoteles”, agregó.
No especificó qué cambios aplicaría el decreto ni cuándo entraría en vigor.
Trump indicó que tendrá que actuar con “mucho sentido común” porque “lo que va a pasar, y lo que está pasando (es que) se deshacen de algunos” y terminan empleando a “delincuentes que han entrado” en Estados Unidos.
Durante la campaña electoral Trump advirtió que llevaría a cabo la campaña de deportaciones de migrantes irregulares más grande de la historia de Estados Unidos, pero que se centraría en aquellos con antecedentes penales.
Números que importan
Casi la mitad de los aproximadamente 2 millones de trabajadores agrícolas del país y muchos empleados de los sectores lácteo y cárnico carecen de estatus legal, según los departamentos de Trabajo y Agricultura.
La secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, dijo a la CNBC que Trump estaba analizando todas las medidas posibles, pero que el Congreso tendría que actuar.
Según la prensa estadounidense, la Casa Blanca ha ordenado aumentar el número de deportaciones hasta 3,000 personas diarias.
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