Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La asesora en nutrición y entrenadora Glenys Fabián desmiente uno de los mitos más extendidos sobre la alimentación: que comer por la noche engorda.
Según explica, “no es el horario en que comes lo que determina el aumento de peso, sino el equilibrio calórico total del día”.
Fabián aclara que lo realmente importante es mantener un déficit calórico, es decir, consumir entre 300 y 500 calorías menos de las que el cuerpo gasta diariamente.
“Esa es la clave para reducir el porcentaje de grasa corporal, sin importar si cenas o no”, afirma.
Sin embargo, recomienda optar por cenas más ligeras, especialmente bajas en carbohidratos, ya que el cuerpo no necesita una gran cantidad de energía para dormir.
Expertos coinciden en que no es necesario eliminar la cena, sino elegir alimentos adecuados y respetar los horarios. Comer muy tarde puede afectar el sueño, alterar hormonas relacionadas con el apetito y provocar molestias digestivas.
Agregar Comentario