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El juez federal del ‘caso Diddy’, Arun Subramanian, apartó este lunes a un miembro del jurado por brindar datos contradictorios sobre su domicilio.
Se trata de un afroamericano de 41 años que, durante la selección del jurado, afirmó residir en el Bronx con su prometida.
No obstante, en una charla informal con un empleado de la corte la semana pasada, el sujeto reveló que se había mudado recientemente con su novia a la vecina Nueva Jersey.
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Subramanian manifestó hoy su inquietud ante la posibilidad de que el jurado hubiera mentido en sus respuestas durante el proceso de selección con el fin de asistir al juicio, uno de los más comentados del año en Nueva York.
Según el juez, durante una conversación privada mantenida con este miembro del jurado, las incongruencias en su relato solo se intensificaron.
Ahora, este jurado será reemplazado por un hombre blanco de 57 años que vive en el condado de Westchester, al norte de Nueva York, y que formaba parte del panel de suplentes.
“No hay nada que (él) pueda decir en este momento que haga que el genio vuelva a la lámpara”, afirmó Subramanian en el tribunal, según medios estadounidenses. La semana pasada, la Fiscalía había solicitado al juez prescindir de este jurado, argumentando que la inconsistencia de sus respuestas denota una “falta de honestidad”.
La defensa de Diddy acusó entonces a la Fiscalía de hacer “un intento apenas disimulado para descartar a un jurado negro”.
El juez desestimó las acusaciones de los abogados y aseguró que “desde el inicio de este proceso no ha habido ninguna prueba ni se ha demostrado ningún tipo de conducta o forma de actuar sesgada por parte del Gobierno”.
Hoy comienza la sexta semana en el juicio que enfrenta en Nueva York el rapero Sean Combs, conocido como Diddy, acusado de tráfico sexual, conspiración con fines de extorsión y transporte para ejercer la prostitución.
La Fiscalía acusa al artista de obligar a varias mujeres a participar en “maratones sexuales” con bailarines eróticos o trabajadores sexuales masculinos, a los que él mismo llamaba “freak offs” o “noches de rey”.
Mientras, la defensa asegura que estos encuentros fueron consentidos.
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