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Aunque su apariencia pueda resultar inocua, no lo es para todos. Este polvo impacta con más fuerza a ciertos grupos de la población, por lo que es crucial saber cómo protegerse cuando está presente en la zona.
Durante la temporada de huracanes, el Caribe se prepara no solo para las lluvias y tormentas tropicales, sino también para otro fenómeno que llega desde muy lejos y puede tener un impacto silencioso pero significativo: el polvo del Sahara. Aunque su presencia puede parecer inofensiva, no lo es para todos. Este polvo afecta más a ciertos grupos de la población, por lo que es importante conocer cómo cuidarse durante su paso por la región.
Los más susceptibles son los niños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y aquellos con enfermedades respiratorias crónicas como asma, bronquitis o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
El contacto con estas partículas puede causar desde molestias leves como irritación en los ojos y congestión nasal, hasta complicaciones serias que requieren atención médica. En días con alta concentración de polvo, es común que aumenten los casos de estornudos frecuentes, fatiga, ardor en los ojos e incluso infecciones oculares.
Las personas y animales que permanecen mucho tiempo expuestos al aire libre corren el riesgo de sufrir afectaciones respiratorias y en la piel. Por eso, durante los días con mayor presencia del polvo sahariano, se deben tomar medidas de precaución sencillas pero efectivas:
* Evitar actividades físicas intensas al aire libre.
* Cerrar puertas y ventanas para reducir la entrada de polvo en los hogares.
* Mantenerse bien hidratado, ya que el aire seco también puede resecar la garganta y la piel.
* Utilizar mascarillas que filtren partículas finas, como las N95, especialmente si perteneces a uno de los grupos de riesgo.
* Limitar el tiempo que se pasa en espacios exteriores, sobre todo en horas donde se percibe mayor densidad en el aire.
La protección no solo debe enfocarse en las personas, sino también en el entorno inmediato. Por ejemplo, es aconsejable cubrir los recipientes de agua para consumo humano y animal para evitar que las partículas se depositen en ellos. En el hogar, al momento de limpiar, lo ideal es humedecer los pisos antes de barrer, para evitar levantar el polvo acumulado.
Si se experimenta sensación de cuerpo extraño en los ojos, lo primero es enjuagarlos con abundante agua limpia — preferiblemente potable o hervida — para remover cualquier partícula. Si los síntomas persisten, lo más recomendable es acudir al centro de salud más cercano.
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