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TEXAS — Los abogados que defienden a un recluso en el corredor de la muerte en Texas, quien evitó la pena capital el año pasado, se oponen a la solicitud del estado para fijar una nueva fecha de ejecución.
El lunes, la oficina del Fiscal General de Texas, Ken Paxton, solicitó que el Tribunal de Distrito del Condado Anderson programara la ejecución de Robert Roberson, de 58 años, para el 16 de octubre.
En su moción de cinco páginas, la oficina de Paxton argumentó que debido a que el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas, el tribunal penal más alto del estado, ha denegado previamente las apelaciones en el caso de Roberson, “se han cumplido los criterios para establecer una ejecución”.
Roberson recibió una suspensión de la ejecución en octubre de 2024 tras los esfuerzos sin precedentes de un grupo de legisladores estatales bipartidistas que creían en su inocencia y que fue condenado con base en una ciencia defectuosa. Si su ejecución se hubiera llevado a cabo, se habría convertido en la primera persona en los EEUU en ser ejecutada por una condena de asesinato relacionada con un diagnóstico de síndrome del bebé sacudido.
Un comité de la Cámara de Representantes celebró audiencias sobre el caso de Roberson, pero él nunca testificó porque la oficina de Paxton bloqueó los esfuerzos para que hablara con los legisladores.
Los abogados de Roberson han repetido que fue condenado injustamente por causar la muerte en 2002 de su hija, Nikki, quien padecía enfermedades crónicas. Actualmente tienen una solicitud de alivio de habeas corpus pendiente ante la Corte de Apelaciones Criminales de Texas y presentaron una moción el martes para ser escuchados y objetar la solicitud de una fecha de ejecución. Dicha moción se puede leer al final de este artículo.
“Robert Roberson es inocente. Sin embargo, el Fiscal General Paxton, cuya oficina recientemente asumió la representación del estado, está tratando de ejecutarlo aunque Robert ha presentado nueva evidencia poderosa de su inocencia ante la Corte de Apelaciones Criminales de Texas”, declaró Gretchen Sween, una de los abogados de Roberson. “La prisa injustificada del Fiscal General por buscar una fecha de ejecución mientras esa nueva evidencia de inocencia está ante la corte es indignante”.
Los fiscales argumentaron que Roberson sacudió violentamente a su hija, causándole un trauma severo en la cabeza, lo que se conoce como síndrome del bebé sacudido. Sus abogados y algunos expertos médicos argumentaron que su hija no murió por maltrato, sino por complicaciones relacionadas con la neumonía.
Los abogados de Roberson señalaron el martes que han obtenido “evidencia abrumadora, incluida más evidencia no refutada desde el otoño pasado que demuestra que la hija de Robert falleció debido a enfermedad, error médico y accidente, ninguno de los cuales fue responsabilidad de Robert”.
Sween afirmó el martes que sigue saliendo a la luz nueva información que demuestra la inocencia de su cliente y que estaban “agradecidos de que su solicitud de habeas con esa nueva evidencia esté siendo actualmente considerada por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas”.
“No hay justificación para el esfuerzo implacable del fiscal general por quitarle la vida a un ser humano inocente, y no hay ninguna ley estatal o moral que autorice a buscar una fecha de ejecución en estas circunstancias”, dijo Sween.
No se sabía de inmediato cuándo se llevaría a cabo una audiencia judicial. El caso actualmente carece de un juez que lo presida después de la recusación del juez anterior en noviembre.
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