Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
NUEVA YORK (EFE). — La sociedad estratégica entre Microsoft y OpenAI, considerada una de las más influyentes en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), se encuentra en un momento crucial debido a una serie de tensas negociaciones que podrían modificar el futuro de ambas empresas.
Desde 2019, Microsoft ha invertido 13,000 millones de dólares en OpenAI. Sin embargo, “no posee acciones de la entidad sin fines de lucro”, sino que recibe una parte proporcional de las ganancias futuras, según fuentes citadas por “The Wall Street Journal”.
Actualmente, las empresas debaten una reestructuración corporativa que permitiría a OpenAI convertirse en una compañía con fines de lucro. “OpenAI necesita la aprobación de Microsoft para avanzar con la reestructuración”, indicaron medios especializados. Esta aprobación resulta esencial para atraer más inversiones y salir a Bolsa.
Uno de los principales interesados es el banco japonés SoftBank, que prevé una inyección de 30,000 millones de dólares. Sin embargo, las condiciones del acuerdo aún no están definidas. “Microsoft demanda una participación mayor de la que OpenAI está dispuesta a conceder”, añadió “The Information”.
En las últimas semanas, los directivos de OpenAI han considerado acusar a Microsoft de “comportamiento anticompetitivo durante su alianza”, según “The Wall Street Journal”. No obstante, esta acción podría ser contraproducente. “Una mayor supervisión gubernamental podría recaer finalmente sobre la propia OpenAI”, advirtió Axios.
Otro punto de conflicto es el acceso a la propiedad intelectual de Windsurf, una empresa recientemente adquirida por OpenAI. Según un acuerdo firmado en 2023, Microsoft tiene acceso a toda la tecnología de OpenAI, incluidas las obtenidas mediante adquisiciones.
OpenAI manifestó que limitar ese acceso “podría evitar problemas regulatorios”, ya que Microsoft también posee GitHub, una empresa que ofrece servicios similares a los de Windsurf. A pesar de las tensiones, ambas firmas han mantenido una postura conciliadora ante los medios.
“Tenemos una colaboración productiva a largo plazo que ha proporcionado increíbles herramientas de IA para todos”, aseguraron en un comunicado conjunto.
“Las conversaciones están en curso y somos optimistas de que seguiremos construyendo juntos durante los próximos años”.
Pese a su alianza, ambas empresas compiten directamente en el mercado. Microsoft ha reforzado su equipo con expertos como Mustafa Suleyman y Jay Parikh, y ha ampliado su catálogo de IA mediante Azure y Grok. OpenAI, por su parte, ha diversificado su capacidad de cómputo con el proyecto Stargate.
Ambas empresas comparten la ambición de desarrollar una inteligencia artificial general, una tecnología hipotética que superaría las capacidades humanas.
“Es un objetivo que aún pertenece a la ciencia ficción, pero podría alcanzarse en la próxima década”, según analistas del sector.
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