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Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó ayer la “rendición incondicional” de Irán, aunque asegura no tener intención de atentar contra su líder supremo “por ahora”, en el quinto día de guerra entre Israel y la república islámica.
Poco a poco, los países exponen sus posturas. Sorprendieron ayer las palabras del canciller alemán Friedrich Merz, quien declaró con franqueza que “Israel está haciendo ‘el trabajo sucio por todos nosotros'” en Irán.
Trump reunió ayer al Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca durante más de una hora para tratar la guerra, según un funcionario que prefirió mantenerse anónimo. Posiblemente, este sería el motivo de su súbita salida del G7 en Canadá la noche del lunes.
Antes de la reunión sobre seguridad, el presidente escribió varios mensajes en su red social.
“¡RENDICIÓN INCONDICIONAL!” de Irán, escribió Trump.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un blanco fácil, pero está a salvo allí. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos por ahora”, redactó el mandatario.
El mundo está atento a sus mensajes. El lunes, escribió una especie de recomendación al pedir la evacuación de Teherán, lo que avivó las especulaciones sobre lo que ocurriría hoy en la capital iraní.
Pero volvamos a ayer por la mañana.
“Ahora nosotros controlamos completa y totalmente el espacio aéreo iraní”, advirtió Trump. Su vicepresidente, JD Vance, avisó además que Washington podría tomar “medidas adicionales” contra el programa nuclear de Irán.
Hacia el mediodía, el tema central fue: la posible participación de Estados Unidos en los bombardeos.
En medio de este panorama, Trump declaró este martes que le interesa hallar “un final genuino, y no un alto el fuego”.
Los mensajes, a veces contradictorios y crípticos, de Trump sobre el conflicto entre Israel e Irán han incrementado la incertidumbre en torno a la crisis. Sus comentarios públicos han oscilado entre las amenazas militares y las propuestas diplomáticas, algo habitual en un presidente conocido por su enfoque a menudo errático de la política exterior.
Los dirigentes del G7, reunidos en una cumbre en Canadá, pidieron el lunes una “resolución de la crisis iraní” que “conduzca a una desescalada más amplia de las hostilidades en Oriente Medio”, en una declaración en la que afirmaron que Israel “tiene derecho a defenderse”.
Mientras Trump participaba en la Casa Blanca en la reunión sobre seguridad, desde Canadá, el canciller alemán sorprendió a los presentes con una declaración clara y rotunda.
“Trabajo sucio”
Friedrich Merz comentó: “Este es el trabajo sucio que Israel está haciendo por todos nosotros. También somos víctimas de este régimen. Este régimen clerical ha traído muerte y destrucción al mundo”, dijo Merz en una entrevista con la emisora ZDF.
“Supongo que los ataques de los últimos días han debilitado considerablemente al régimen clerical y es poco probable que recupere su fuerza anterior, lo que torna incierto el futuro del país”, declaró Merz en otra entrevista, con la TV alemana Welt.
“Gran parte del liderazgo militar y los llamados ‘Guardianes de la Revolución’ ya no están vivos, por lo que las cosas no serán como antes”, agregó.
Sus palabras se acercaban a lo dicho el lunes por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cuando hizo referencia a la debilidad del régimen iraní, dando a entender que la caída del líder supremo, el ayatolá Jamenei, está cerca y al alcance del ejército israelí.
Ese día, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, animó a la población iraní a rebelarse contra las autoridades y aseguró que el asesinato del ayatolá Jamenei llevaría al “fin del conflicto”.
Consultado sobre si cree que Estados Unidos podría involucrarse en la campaña militar contra Irán, Merz estimó que “todavía no hay una decisión del gobierno estadounidense”.
“Ahora depende mucho de cuán dispuesto esté el régimen (iraní) a regresar a la mesa de negociaciones” sobre su programa nuclear, indicó.
El que lanzó dardos verbales fue el presidente de China, Xi Jinping. Dijo estar “profundamente preocupado” por las consecuencias de la ofensiva israelí contra Irán y añadió que China se opone a “cualquier acción que atente contra la soberanía” de otros países.
Enfado con Macron
Finalmente, llamó la atención el enojo público de Trump con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. El francés explicó que la razón del abandono de Trump de la Cumbre del G7 se debía a un posible cese el fuego entre Israel e Irán.
Enojado, el estadounidense le dedicó un mensaje en su red social para decirle que no fue el motivo. En dos ocasiones, escribió la referencia de que no buscaría el cese el fuego.
El mensaje fue claro. La guerra va a continuar.
Francia no está de acuerdo con un cambio de régimen en Irán; Estados Unidos, Alemania e Israel sostienen lo contrario.
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