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El exministro de las Fuerzas Armadas (ahora Ministerio de Defensa) Juan Bautista Rojas Tabar murió en la madrugada de ayer, a los 74 años.
Sus restos mortales se velan en la funeraria Blandino y la familia comunicó que el sepelio será hoy a las 2:00 de la tarde en el Cementerio Cristo Redentor.
Al velatorio asistieron el expresidente Hipólito Mejía, el senador Félix Bautista, y otros políticos. Un contigente militar acudió a rendir guardia de honor.
Rojas Tabar inició su trayectoria durante los gobiernos de Joaquín Balaguer, quien lo designó jefe de la Fuerza Aérea, cargo que ocupó por seis años y fue considerado una figura influyente en esas administraciones.
En 1996, durante su primer mandato, Leonel Fernández lo designa secretario de las Fuerzas Armadas, pero antes de cumplir un mes en el puesto fue señalado como responsable de la desaparición del profesor Narciso González (Narcisazo).
Calificó esas acusaciones como una campaña para perjudicarlo e instó al mandatario a remover a quienes, según él, orquestaban esa trama, o dimitiría.
A los dos meses de juramentarse, Fernández lo destituyó y lo retiró, utilizando el término “siquitrillar”. Sin embargo, en 2006 lo reincorporó, durante su segundo mandato.
Hombre firme
El militar era definido en las esferas balagueristas y cercanas como un hombre firme, con una imagen de credibilidad y lealtad, construida en los círculos del presidente que gobernó el país con fuerte carácter, aún afectado por la ceguera.
La actitud de este hombre de armas, habría sido lo que influyó en la decisión de Fernández de nombrarlo secretario de las Fuerzas Armadas. Este fue uno de sus primeros decretos, en agosto de 1996.
Rojas Tabar pregonaba que eficientizaría y modernizaría los cuerpos castrenses, una intención truncada por las adversidades que afectaron su carrera profesional, ligadas sobre todo al caso Narcisazo.
Sus compañeros lo valoran como de línea dura, de acción.
Reconocimiento a trayectoria
Personalidades del mundo político de esta provincia lamentaron el fallecimiento de Bacho, a quien definieron como uno de los hijos más ilustres de esta demarcación.
Según lo declarado por el exsenador y exministro de Salud, Bautista Rojas Gómez (primo de Bacho), quien con palabras muy breves, debido a su estado emocional, solo articuló:
“Es muy duro Rafelito, muy duro, era contemporáneo mío. En estos momentos no te puedo decir nada”, recalcó Bauta.
Otra de las personalidades que lamentó dicho deceso fue la gobernadora de esta provincia, Lissette Nicasio, quien indicó que Bacho Rojas fue un ejemplo de dignidad y, sobre todo, de amor hacia su pueblo, al que nunca abandonó.
Expresó que durante su paso por los diferentes estamentos militares donde estuvo, sintió apego a los más desposeídos de los municipios Salcedo, Villa Tapia y Tenares, y de los distritos municipales Blanco Arriba y Monte Llano, desde donde dijo que ayudó a muchos jóvenes a ingresar en la carrera militar, ya sea como académicos o como asimilados.
De igual forma, el exsenador Luis René Canaán Rojas manifestó que Bacho Rojas fue algo más que un familiar: “fue una gran inspiración”.
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