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Madrid/Bruselas (EFEverde).- La UE se enfrenta a una “encrucijada crucial” en su apuesta por el hidrógeno: mientras China y Estados Unidos aceleran las inversiones y despliegan infraestructuras a gran escala, Europa debe mejorar la coordinación de sus fondos comunitarios y reforzar la colaboración público-privada para escalar proyectos clave como la fabricación de electrolizadores, el transporte y el almacenamiento de hidrógeno.
Así lo advirtieron responsables institucionales, científicos e industriales durante un debate en Bruselas, en el que demandaron mayor financiación y una estrategia más ambiciosa para no perder el liderazgo mundial en este vector energético esencial para la transición ecológica.
En el encuentro, organizado por Hydrogen Europe Research (HER) (voz de la comunidad científica que impulsa un ecosistema industrial basado en este vector energético), Luigi Crema, presidente de HER, recordó que el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) y el programa de investigación FP10 “definirán la ambición europea”.
Crema advirtió de que “informes recientes sitúan al hidrógeno en la cima de los sectores estratégicos donde el liderazgo europeo es frágil” y solicitó más apoyo “desde los niveles de madurez tecnológica más bajos”.
El vicepresidente de HER, Christian Sattler, defendió que la Empresa Común para un Hidrógeno Limpio siga siendo “el cauce idóneo para sinergias eficaces” entre ciencia e industria. Esa alianza público‑privada, añadió, debe vincularse “a la industrialización y al despliegue de mercado”.
Desde la Dirección General de Investigación e Innovación, Joanna Drake subrayó que “la economía del hidrógeno solo será real con esfuerzos conjuntos”, apoyados en el Plan Estratégico de Tecnologías Energéticas y en la iniciativa internacional Mission Innovation.
Tudor Constantinescu, asesor principal de Energía, recordó que la UE “es la única región con un marco legislativo integral” que incluye objetivos de demanda, financiación, normas de infraestructura y un conocido programa de I+D. “Aun así — dijo — debemos reforzar la aplicación con todos los Estados miembros”.
Por su parte, Jorgo Chatzimarkakis, director general de Hydrogen Europe, propuso una Empresa Común que “no solo investigue, sino que construya mercados y consolide start‑ups”, insistiendo en “ejecución más inteligente y resultados más rápidos”.
Los ponentes alertaron de que la capacidad global de electrólisis creció un 90 % en 2024 y se prevé un 150 % en 2025, pero en Europa apenas se ha triplicado, frente a la multiplicación por nueve a escala mundial. Según la Agencia Internacional de la Energía, las inversiones en biocarburantes, biogás e hidrógeno rozarán los 25.000 M$ en 2025, de los que 8.000 M$ irán a H₂.
Desde 2020, el hidrógeno supone menos del 2 % del consumo energético europeo. La visión para 2050 es alcanzar el 10 % con hidrógeno renovable, lo que exige “normas vinculantes que estimulen la demanda en la industria y el transporte”, según se dijo durante el debate.
La Directiva de Energías Renovables revisada obliga a que, en 2030, al menos el 1 % de la energía del transporte proceda de combustibles renovables basados en hidrógeno (RFNBO). Para 2050, estudios del Centro Común de Investigación prevén que el H₂ cubra el 27 % de la demanda final de energía en movilidad.
En empleo, el sector europeo del hidrógeno podría pasar de los actuales 40.000-50.000 puestos de trabajo a un millón en 2030 y 5,4 millones en 2050, si se materializan los objetivos climáticos y de competitividad.
Valérie Bouillon‑Delporte, directora ejecutiva de la Empresa Común, calificó esa plataforma como “pilar fundamental de la innovación” y destacó que su modelo garantiza que “la excelencia científica se traduzca en producción, valles de hidrógeno y formación de la futura mano de obra especializada”.
Los participantes en el debate demandaron reforzar la resiliencia energética mediante sistemas integrados, infraestructuras sólidas y un programa europeo coordinado que elimine cuellos de botella a lo largo de toda la cadena de valor.
En septiembre pasado, HER y más de 110 entidades pidieron a la Comisión aumentar los fondos de I+D en el proceso de definición del FP10, alertando de que la UE “va por detrás” en inversiones.
De izquierda a derecha: Luigi Crema, Presidente, Hydrogen Europe Research; Jorgo Chatzimarkakis, Director General, Hydrogen Europe, Valérie Bouillon-Delporte, Directora Ejecutiva, Clean Hydrogen Partnership; Christian Sattler, Vicepresidente, Hydrogen Europe Research; Tudor Constantinescu, Asesor Principal, DG ENER, Comisión Europea
Siobhan McGarry, Responsable de Políticas, DG GROW, Comisión Europea
La Comisión Europea deberá traducir estas demandas en el próximo MFP y en el Fondo Europeo de Competitividad, claves para que el hidrógeno mantenga su “ventaja comparativa” y Europa recupere ritmo frente a sus rivales.
Además, los ponentes instaron a actualizar la Estrategia Europea del Hidrógeno, de 2020, para ajustar objetivos y recursos a la nueva realidad de mercado y a la urgencia climática.
“Esta es una carrera global y Europa debe mantenerse en primera línea”, resumió Bouillon‑Delporte. Sin una apuesta financiera “contundente y coherente”, el Viejo Continente corre el riesgo de ceder el testigo del liderazgo mundial en hidrógeno.
El mensaje, concluyeron los expertos, es claro: más inversión estratégica, mejor coordinación y una ejecución rápida son vitales para que el hidrógeno europeo pase de la teoría a la realidad industrial antes de que otros ocupen la meta. EFEverde
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