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La Romana. – Un Comité, liderado y presidido por el destacado empresario, ingeniero Francisco José Torres (Cuqui), donde convergen otras prestigiosas figuras del ámbito socio-empresarial-político de La Romana, se reunió para dar inicio a la construcción de un monumento en honor a los 5 mártires romanenses, que participaron en la ‘Gesta Gloriosa del 14 de junio’ de 1959.
El mencionado Comité tuvo su gran convocatoria en el Parque Central de La Romana (lugar donde se edificará el monumento) el pasado día 14 del presente mes, con motivo de la conmemoración de la gesta patriótica, expedición en la cual derramaron su sangre, un grupo de valiosos hombres dominicanos, de los cuales 5 nacieron en esta gran ciudad de la región Este.
Junto a Torres, quien preside, encabezaron la actividad los miembros del Comité, compuesto además por: Érvido Creales, Bienvenido Solano, Pablo Báez y Miguel Ferry.
El acto de inicio del mencionado propósito, que se llevó a cabo en el Parque Central de La Romana, contó con la asistencia del alcalde municipal, licenciado Eduardo Kery Metivier, así como familiares de los mártires a ser honrados. El monumento, a construirse en el Parque Central de La Romana, estará dedicado a los ‘Cinco Héroes Romanenses de ‘La Raza Inmortal’.
Ellos son: César Federico Larancuent Rijo, Miguel Olivo Saviñón Guerrero, Diego Ávila Pilier, José Rafael Paulino Estrella y Ramón Bergés.
El busto consiste en un conjunto de 5 columnas en mármol verde, diseñado por el artista plástico romanense, arquitecto Amable Stirling.
Durante su discurso de introducción y bienvenida, el presidente del Comité Pro Construcción, ingeniero Cuqui Torres, agradeció el gran apoyo brindado a la iniciativa del comité por todos los sectores de la vida romanense, destacando “el alto compromiso ciudadano en reconocer y honrar el profundo sacrificio y aporte al avance democrático del país de los integrantes de la expedición, hoy conocidos como ‘La Raza Inmortal’.
Biografía de los Mártires
César Federico Larancuent Rijo: Nació en La Romana en 1929. Hijo de Luz Rijo de Larancuent y Alberto Larancuent Ramírez, se inició en la profesión de locutor a los 17 años de edad, su calidad profesional le abrió las puertas para formar parte del equipo de locutores de La Voz Dominicana, propiedad de José Arismendy Trujillo (Petán), la emisora de mayor prestigio que tenía el país, en las décadas de los 40 y 50 del siglo XX, donde desarrolló su oficio considerándose como uno de los locutores más destacados de esa época.
Miguel Olivo Saviñón Guerrero: Nació en La Romana el 24 de septiembre de 1938, hijo de María Elisa Guerrero de Saviñón y de don Miguel A. Saviñón Morel. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, partió luego a Puerto Rico para ingresar a la Universidad de Mayagüez, para cursar estudios y hacerse profesional, como otros romanenses.
Diego Ávila Pelier: Nació en La Romana y era hijo de Juan Ávila (Juan Tomasina) y Juana Pilier (Nica). Fue siempre un joven inquieto, cuya inteligencia superaba su edad. Tenía un coeficiente muy elevado, que sorprendía a quienes lo conocían. Fue becado para ir a estudiar a México, pero en esa ocasión no quiso salir del país. Años más tarde se fue a Venezuela, donde convivió con varios exiliados dominicanos que no simpatizaban con el régimen de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
José Rafael Paulino Estrella: Estando en el extranjero se integró al Movimiento Revolucionario que se preparaba para venir en la expedición que se gestaba los días 14 y 19 de junio de 1959, con el fin de derrocar al régimen del dictador Trujillo. Con solo 23 años se unió a dicho movimiento viajando desde Estados Unidos a Cuba, entrenándose en el campamento de Mil Cumbres, en Pinar del Río. Era hijo de Amalia Estrella de Paulino y del legendario líder obrero Ismael Paulino (Semillita).
Ramón Bergés: Nació en La Romana, en la calle Espaillat en 1931. Era de extracción humilde, su familia provenía de la zona rural. Trabajó desde temprana edad, siendo su primera labor jardinero en la casa del señor Carlos Vélez, en el batey principal del Central Romana. Se hizo muy popular jugando béisbol, con los jóvenes de todas clases sociales que disfrutaban de ese pasatiempo.
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