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En memoria de José Mesón, caído durante la tiranía de Trujillo

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Lo hizo con el fin de unirse a la lucha que se organizaba en el exterior contra Trujillo.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

José Mesón fue un militar de las fuerzas armadas dominicanas. Cansado de los crímenes y abusos que durante tres décadas perpetró la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, contra cada dominicano que osaba disentir de su régimen tiránico, optó por refugiarse en la delegación norteamericana en el país. Lo hizo con el fin de unirse a la lucha que se organizaba en el exterior contra Trujillo.

Con ese propósito, se integró al Movimiento de Liberación Dominicana (MLD) que, desde Cuba, apoyado por la revolución triunfante liderada por el comandante Fidel Castro, planeaba penetrar al país por aire y mar para derrocar la dictadura más férrea y sangrienta de toda América y el Caribe.

Los expedicionarios, 198 en total, conformados por 142 dominicanos, 22 cubanos, 13 venezolanos, seis puertorriqueños, dos norteamericanos, dos españoles y un guatemalteco, planificaron llegar simultáneamente el domingo 14 de junio de 1959, por tres sitios diferentes.

Un avión arribaría por Constanza con 54 expedicionarios, comandados por Enrique Jiménez Moya, y dos navíos; por las playas de la provincia de Puerto Plata. El Tinima por Estero Hondo con 48 expedicionarios, al mando de José Antonio Campos Navarro, y el Carmen Elsa, por la Bahía de Maimón con la mayor cantidad de 96 expedicionarios, comandados por, José Horacio Rodríguez, hijo del general Juancito Rodríguez, oriundo de la provincia La Vega y enemigo jurado de Trujillo, que invirtió su fortuna para el derrocamiento de la dictadura en pro de la libertad del pueblo dominicano.

No obstante, el domingo 14 de junio solo llegó el grupo de Constanza, debido a que la embarcación principal con el mayor número de expedicionarios, El Carmen Elsa, fue saboteada por los marineros griegos Stelio Bellelis, agente encubierto de la CIA, y Constantin Theodoraquis, que estaban trabajando para Trujillo, provocando un retraso de 6 días para el desembarco; el cual se produjo el día 20 de junio.

Debido a su condición de sargento de la Marina de Guerra Dominicana y su experiencia navegando el Yate Angelita, (palacio flotante de la dictadura y lugar predilecto de la familia del sátrapa para sus orgías, andanzas y bacanales), una vez reparado el timón del Carmen Elsa y eliminados los saboteadores, a Mesón le fue entregada la Capitanía de la nave para conducirla hasta la bahía de Maimón a la que llegó en medio de cañonazos de varias fragatas de la Marina y de las bombas y metralletas de los P51 de la aviación, donde perecieron más de la mitad de los 96 expedicionarios, incluido su comandante José Horacio Rodríguez. Más de una veintena sobrevivió y fueron capturados, entre ellos el propio Mesón. Fue llevado ante la presencia del dictador Trujillo, así como ante la hiena sedienta de sangre de su hijo Rafael Leónidas Trujillo Martínez (Ramfis), a quien su padre encomendó la persecución y exterminio de los expedicionarios; él que ordenó someterlo a todo tipo de torturas y vejaciones, como forma de escarmentar a cualquier militar que osara oponerse y combatir la dictadura.

Como si no fuera suficiente, José Messón fue conducido frente a sus antiguos jefes militares, quienes descargaron sobre él una furia iracunda llevándolo a la siniestra cárcel de la 40; principal centro de tortura de la dictadura, para sentarlo en la tétrica silla eléctrica que allí operaba.

Tras incontables sesiones de torturas, Mesón fue llevado al campamento de la Marina ubicado frente al Hospital Infantil Angelita, hoy Robert Reid, donde ante una formación de miembros de esa institución fue ahorcado como escarmiento a todos los que osaran oponerse a la tiranía.

Al conmemorarse el 66 aniversario de la gesta patriótica de junio de 1959, deseamos rendir un tributo de recordación a uno de nuestros grandes héroes anónimos, JOSÉ MESSÓN y en él, a los 198 expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, y en especial a los 96 tripulantes del Carmen Elsa, un 20 de junio de 1959, “Que con su sangre noble encendieron la llama augusta de la libertad”, iniciando el fin de una dictadura de tres décadas, que llenó de sangre y luto miles de hogares dominicanos, sembrando el país de cementerios y cruces.

¡Loor eterno a todos los héroes y mártires del glorioso junio de 1959!

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