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A mitad del show, Rachel Zegler, en el papel de Eva Perón, emerge en un balcón exterior del London Palladium y entona “No llores por mí, Argentina” a quienes caminan por debajo. En una nueva producción de “Evita”, uno de los momentos cumbres no ocurre en el escenario. A mitad del espectáculo, Rachel Zegler, interpretando a la primera dama argentina Eva Perón, aparece en un balcón externo del London Palladium y canta “No llores por mí, Argentina” a quienes se encuentren debajo. La actuación se proyecta en video para el público dentro del teatro. La noticia se ha propagado rápidamente desde que la obra inició sus preestrenos esta semana, y cientos se han reunido fuera del histórico recinto en el distrito teatral del West End de Londres para disfrutar de la serenata gratuita de la estrella de “Snow White” (“Blancanieves”). El compositor del espectáculo, Andrew Lloyd Webber, dijo que esto crea “un momento extraordinario” en su musical sobre una mujer que ascendió de la pobreza al poder y fue adorada por las masas. “En el teatro, es realmente emocionante porque de repente la ves con una multitud verdaderamente enorme, lo cual no puedes lograr en el escenario”, dijo Lloyd Webber a The Associated Press el jueves. “Creo que habrá personas que se sentirán decepcionadas de que no se haya cantado en vivo en el teatro, pero creo que eso se verá superado por la teatralidad de usar el video de esa manera”. La decisión del director Jamie Lloyd ha generado algunas quejas de los compradores que pagaron hasta 245 libras esterlinas (330 dólares) por un asiento, solo para que el número más famoso del musical se cante fuera del escenario. Es una técnica que Lloyd ha utilizado antes. Hizo que un personaje en “Sunset Boulevard” interpretara una canción mientras caminaba por la calle afuera del teatro, y su producción de “Romeo y Julieta” vio a la estrella Tom Holland actuar una escena clave en el techo del teatro. El bloguero teatral Carl Woodward dijo a la BBC que podía entender por qué algunos asistentes al teatro que habían pagado por una entrada se sentían “un poco agraviados”, ya que “una visita al teatro para algunos es realmente una ocasión de una vez al año”. Pero Lloyd Webber citó un artículo de opinión en The Times de Londres señalando que el gesto es “algo que Eva Perón habría deseado — que la gente realmente experimente su gran himno, por así decirlo, de forma gratuita”.
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