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HONOR 400 y HONOR 400 Pro, dos móviles que tienen la fotografía y la inteligencia artificial como puntos fuertes

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Están diseñados para agradar al gran público, con un equilibrio muy logrado entre diseño, experiencia fotográfica y funciones inteligentes que realmente aportan en el día a día.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de comunicación y blogs en español.

Durante unas semanas he tenido la fortuna de probar tanto el HONOR 400 como su hermano mayor, el HONOR 400 Pro. Son los últimos lanzamientos de la firma asiática, y vuelven a sorprender. Están diseñados para agradar al gran público, con un equilibrio muy logrado entre diseño, experiencia fotográfica y funciones inteligentes que realmente aportan en el día a día. Ambos modelos llegan con ganas de competir en la gama media-alta, y lo hacen con argumentos de peso. Pantallas luminosas, autonomía fiable y sobre todo, cámaras que no necesitan que seas un experto para sacar buenas fotos.

Ambos modelos siguen una línea de diseño muy cuidada. El HONOR 400 es algo más compacto, con una trasera de vidrio en varios acabados y un módulo de cámara que le da personalidad. El HONOR 400 Pro va un paso más allá en acabados y se nota al tacto, el marco metálico, la curvatura de pantalla y el brillo del panel lo sitúan por encima visualmente, aunque ambos transmiten buenas sensaciones.

En la mano, son cómodos, equilibrados y no pesan demasiado. Puedes usarlos durante horas sin sentir fatiga, algo que se agradece en el uso diario. Además, no se calientan en exceso, incluso en sesiones en los que no puedes despegar el dedo de la cámara o al jugar.

La cámara es el punto fuerte de estos HONOR. Y lo mejor de todo es que no necesitas saber de fotografía para aprovecharla. El sensor principal de 50 mpx en ambos modelos ofrece resultados muy buenos, incluso con poca luz. Pero donde más se nota la diferencia es en el Pro, su teleobjetivo de 32 mpx permite acercamientos con muy buena calidad y sin ruido excesivo.

El modo retrato, mejorado con IA, logra separar muy bien las figuras del fondo, incluso en condiciones complicadas. Los selfies también destacan, especialmente gracias al sensor frontal de 50 mpx que ofrece una nitidez envidiable para redes sociales. En modo noche, ambos modelos sorprenden, con resultados claros y colores bien tratados sin necesidad de trípode. Estas fotos son una muestra de cómo se comportan estos dispositivos en diferentes escenarios.

Mención especial merece la función Imagen a video, gracias a la cual es posible transformar una simple fotografía en un pequeño video y que, en la mayor parte de los casos, da unos resultados muy buenos. Como forma de experimentar y divertirse es un acierto.

Una manera de cómo la IA adquiere un sentido diferente y creativo.

Tanto el HONOR 400 como el Pro integran funciones de IA que mejoran la experiencia de forma silenciosa. No se trata de promesas vacías, sino de asistentes reales que sacan partido al rendimiento, ajustan el consumo según el uso o aplican mejoras automáticas a las fotos. La firma china viene trabajando de manera notable en este campo.

El sistema operativo MagicOS 8.0 está lleno de gestos útiles, organización inteligente de apps y recomendaciones contextuales que funcionan. En el Pro, se incluye además IA generativa para tareas como eliminar objetos de las fotos, resumir textos o generar mensajes rápidos desde el teclado. Todo se hace con naturalidad y sin ralentizaciones, lo que demuestra el trabajo de integración entre hardware y software.

Dispositivos más que redondos

Ambos modelos incorporan paneles OLED de 120 Hz con excelente respuesta y brillo más que suficiente para exteriores. En el caso del Pro, el soporte HDR10+ añade un extra al ver contenido en plataformas compatibles. La sensación de que todo fluye al desplazarse por menús, redes o navegar es constante y se agradece, sin tirones ni parpadeos.

En cuanto al audio, sonido estéreo bien resuelto, con volumen alto y sin distorsión a volumen máximo. No reemplaza obviamente a un altavoz externo, pero cumple con creces. El Pro incorpora un extra en procesamiento de audio que se aprecia al usar auriculares, con mejor espacialidad en juegos y películas.

La batería de 5.200 mAh en ambos es un acierto. Aguantan sin problemas el día completo incluso con uso intensivo, y la carga rápida de 100W es una bendición. En el Pro, además, tienes carga inalámbrica de 66W, un detalle muy premium que te permite despreocuparte del cable en casa o en la oficina.

Después de haberlos tenido, tengo claro que HONOR ha hecho un gran trabajo afinando su gama. Si buscas un móvil con gran cámara, pantalla de calidad y rendimiento que es una delicia, el HONOR 400 es una opción muy equilibrada que no defrauda.

Si das más valor al zoom óptico, la carga inalámbrica y quieres exprimir más las funciones inteligentes, el HONOR 400 Pro merece la diferencia de precio. No son gamas premium como tal, pero por lo que cuestan, ofrecen una experiencia que se siente muy cercana. En ambos casos, HONOR ha acertado con un producto que no requiere explicaciones complejas para disfrutarse. Y eso, en un mercado saturado de especificaciones, es casi un superpoder.

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