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Washington — El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió la orden definitiva para atacar instalaciones nucleares en Irán solo “unos minutos antes” de que comenzara la operación, según reveló el vicepresidente JD Vance en una entrevista con NBC.
Trump había estado considerando durante días si unirse a los ataques israelíes contra Irán. Finalmente, autorizó la operación “Midnight Hammer” (Martillo de Medianoche), que incluyó objetivos en las ciudades de Fordó, Natanz e Isfahán.
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Horas antes de la operación, el mandatario pasó el día en su club de golf en Nueva Jersey. Después, se dirigió a la sala de crisis de la Casa Blanca para supervisar el ataque.
En una entrevista con NBC, el vicepresidente JD Vance reveló que Trump tomó la decisión final del bombardeo contra Irán “minutos antes” de que se ejecutara la operación, luego de haber pasado gran parte del día en su club de golf de Nueva Jersey.
La decisión final, por supuesto, se tomó justo antes. Me refiero a minutos antes de que se lanzaran las bombas.
Explicó Vance, confirmando que el mandatario supervisó el ataque desde la sala de crisis de la Casa Blanca después de su jornada en el campo de golf.
El Pentágono explicó que el objetivo era impedir que Irán desarrollara armas nucleares. La operación se planeó durante meses, pero la decisión final dependía de la autorización de Trump.
Según datos oficiales, participaron 125 aeronaves, entre ellas:
En total, se lanzaron 75 bombas y misiles. El Pentágono asegura que todos los objetivos fueron alcanzados, pero aún evalúa los daños exactos.
El 13 de junio, Israel bombardeó instalaciones militares y nucleares en Irán, lo que generó un intercambio de ataques entre ambos países.
Estados Unidos había mantenido negociaciones con Irán en las últimas semanas para intentar un nuevo acuerdo nuclear, pero no hubo avances. La Casa Blanca había anunciado que Trump decidiría en dos semanas si atacaba, pero la orden llegó antes.
Aún no hay una reacción oficial de Irán, pero el ataque podría aumentar las tensiones en Medio Oriente. Autoridades estadounidenses insisten en que el objetivo era neutralizar la amenaza nuclear, no escalar el conflicto.
