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Washington.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, parte este martes a la cumbre de la OTAN en La Haya después de haber insistido en los últimos días en su postura de que los socios deben contribuir más hasta que ese gasto alcance el 5 % de su PIB, demanda que no cumplirá España, que llegó a un acuerdo con la Alianza para desembolsar solo el 2,1 %.
La exigencia planteada por Trump, que lleva tiempo poniendo de manifiesto la necesidad de que el resto de países incrementen sus partidas, llega a su vez marcada por su idea de que Washington no debería estar sujeto a esa imposición. “Hemos estado apoyando a la OTAN durante tanto tiempo… Así que no creo que nosotros debamos (aumentar el gasto), pero creo que los países de la OTAN deberían, sin duda”, explicó el neoyorquino la semana pasada en declaraciones a los medios.
En todo caso, la OTAN parece haber organizado la cita en La Haya con la idea de que Trump salga satisfecho con el compromiso de gasto de los países miembros, varios de los cuales ya dedican a sus partidas para defensa un 2 % de su PIB y tienen planes para alcanzar el 3 % en 2026 o 2027. No es el caso de España, que por boca del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el domingo un acuerdo con la OTAN que exime al país de alcanzar ese 5 % para 2035.
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Técnicamente, Madrid podrá destinar el porcentaje de su PIB que estime necesario, siempre que cumpla con las metas de capacidades militares que los titulares de Defensa de los países miembros aprobaron recientemente. El acuerdo de España con la Alianza llega apenas días después de que el propio Trump asegurara que “España debería pagar lo mismo que el resto”, porque “siempre ha pagado muy poco”.
La cita en la ciudad neerlandesa llega a su vez marcada por la guerra entre Rusia y Ucrania, o por la repercusión del bombardeo lanzado el fin de semana por EE.UU. sobre instalaciones clave del programa nuclear iraní, días después de que Israel iniciara a su vez sus propios ataques sobre el régimen de los ayatolás.
Teherán ha estado respondiendo con ataques sobre el centro y norte de Israel y hoy mismo lanzó una ofensiva sobre bases estadounidenses en Catar e Irak en represalia por el ataque del fin de semana. No obstante, se cree que el contraataque iraní se ha diseñado para no seguir incrementando la escalada bélica en la región, ya que, además de notificar a Washington por adelantado de la ofensiva de hoy, Teherán ya había advertido hace días de que podía bombardear bases estadounidenses en Oriente Medio si era atacado por EE.UU.
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