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El sospechoso de lanzar bombas incendiarias en Boulder se enfrenta a 12 acusaciones federales

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Inicialmente, Mohamed Soliman fue acusado solo de un delito de odio en un tribunal federal por el ataque del 1 de junio contra los manifestantes.

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DENVER — Un hombre acusado de lanzar cócteles molotov contra un grupo que se manifestaba en Boulder, Colorado, en solidaridad con los rehenes israelíes, fue acusado por un gran jurado federal con 12 cargos por delitos de odio.

Inicialmente, Mohamed Soliman fue acusado solo de un delito de odio en un tribunal federal por el ataque del 1 de junio contra los manifestantes.

La acusación formal del gran jurado federal, presentada el martes, se esperaba desde hace semanas como una formalidad para llevar el caso penal al juicio. Es común que los fiscales agreguen cargos adicionales a los delitos presentados en una denuncia penal inicial.

La acusación formal acusa a Soliman de intentar asesinar a ocho personas heridas por los cócteles molotov y de atacarlas debido a su origen nacional, real o percibido, el cual, según los fiscales, constituía su conexión y apoyo, real o percibido, con Israel.

También fue acusado de otro delito de odio por intentar asesinar a otras personas presentes en el evento o en las cercanías que resultaron ilesas.

Soliman también fue acusado de dos cargos por usar fuego y explosivos para cometer un delito grave, así como de un cargo por posesión de un artefacto explosivo durante la comisión de un delito grave, ambos considerados delitos de odio.

Los investigadores aseguran que Soliman les dijo que planeaba asesinar a los aproximadamente 20 participantes de la manifestación semanal en el centro comercial peatonal Pearl Street de Boulder, pero solo lanzó dos de sus más de dos docenas de cócteles molotov mientras gritaba “¡Palestina libre!”.

Soliman, quien también está siendo procesado en un tribunal estatal por intento de asesinato y otros cargos, declaró a los investigadores que intentó adquirir un arma, pero no pudo hacerlo al no ser ciudadano legal.

Se disfrazó de jardinero, usando un chaleco antibalas, para acercarse al grupo antes de perpetrar el ataque, según documentos judiciales.

Las autoridades federales afirman que Soliman, de nacionalidad egipcia, ha estado residiendo ilegalmente en Estados Unidos con su familia.

Soliman está siendo representado en tribunales estatales y federales por defensores públicos que no hacen comentarios sobre sus casos a los medios.

En una audiencia la semana pasada, el abogado defensor de Soliman, David Kraut, instó a la jueza Kathryn Starnella a no permitir que el caso continuara, alegando que, según él, el supuesto ataque no constituía un delito de odio.

En cambio, afirmó que fue motivado por la oposición al movimiento político sionista. Un ataque motivado por las posturas políticas de una persona no se considera un delito de odio según la ley federal.

Soliman comparecerá ante un tribunal federal el viernes para una audiencia donde podría declararse culpable o no culpable de los cargos.

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