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Instalación de cámaras en aulas: ¿Salvaguarda o vulneración del derecho a la intimidad?

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Ni el Ministerio de Educación ni la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ofrecieron declaraciones sobre la decisión de la entidad gubernamental de colocar cámaras de vigilancia en las escuelas públicas, y la toma de huellas digitales a los alumnos, con el objetivo de prevenir y combatir los actos delictivos en las instituciones educativas.

Luis Miguel De Camps, ministro de Educación y Eduardo Hidalgo Abreu, guardaron silencio al respecto, pese a la relevancia de la medida y los repetidos intentos de El Nacional por obtener su opinión.

La voz de alerta la dieron la semana pasada Robert Frías, presidente de la ADP en San Francisco de Macorís y Augusto Rafael Sánchez (Tito), de Salcedo.

“Constituye una falta de respeto a la dignidad humana”, puntualizaron en el documento enviado a los medios de comunicación.

Frías y Sánchez opinaron que cualquier iniciativa a implementarse en los centros educativos “debe responder no solo a criterios de eficiencia, sino también al respeto por los derechos fundamentales de estudiantes, docentes y personal administrativo”.

Añadieron que, en los últimos meses, han notado con preocupación la creciente tendencia de instalar sistemas de cámaras de vigilancia y mecanismos de control biométrico en las escuelas y cámaras dentro de las aulas.

Señalaron que “si bien estos dispositivos se presentan como herramientas de seguridad o control administrativo, se está sobrepasando el uso de los mismos en esta Regional 07”.

“La instalación de cámaras de videograbación en los salones de clase constituye una violación al artículo 26 de la Ley 136-03, que protege el derecho de niños, niñas y adolescentes a la imagen, la intimidad y la dignidad”, insistieron.

En las escuelas públicas abundan las denuncias sobre estudiantes que asisten armados a las clases, acoso sexual, agresiones físicas, verbales, consumo y venta de drogas, y otros problemas, tanto en los alrededores como dentro de los centros educativos.

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