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De estos casos, el 70% fueron hombres, lo que evidencia una clara prevalencia del consumo de sustancias en la población masculina.
Se define la drogodependencia como el hábito de consumir drogas y la incapacidad de controlar el deseo de hacerlo, con la predominancia de las conductas de búsqueda de drogas sobre otras prioridades importantes, y puede causar daño mental o físico en el individuo.
El Consejo Nacional de Drogas informó que, en 2022, unas 30,875 personas fueron arrestadas por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) por delitos relacionados con sustancias ilícitas, de las cuales, el 54.9% eran jóvenes entre 18 y 35 años, lo que indica un alto impacto del narcotráfico y el consumo de drogas en la juventud dominicana.
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En cuanto al consumo de alcohol en República Dominicana, la Dirección de Epidemiología (DIEPI) reportó en 2023 un total de 12,854 episodios, con una marcada predominancia en hombres (55%).
El grupo de edad más afectado fue el de 20 a 49 años, mostrando que el alcoholismo sigue siendo un problema de salud pública relevante.
Durante 2024, el Centro de Atención Integral a Niños, Niñas y Adolescentes en Consumo de Sustancias Psicoactivas (CAINNACSP) atendió a 266 usuarios menores de edad.
Estas pueden ser legales (como el alcohol, la nicotina o medicamentos) o ilegales, dependiendo de la normativa nacional y del potencial de daño individual y social que representen.
Atallah subrayó que ciertos trastornos mentales están estrechamente vinculados al consumo de drogas y alcohol, y que representan una alta carga económica para el sistema de salud pública.
Según el Informe Mundial sobre Drogas, publicado el año pasado, alrededor de 300 millones de personas en el mundo sufren trastornos mentales, incluyendo los provocados por el consumo de sustancias psicoactivas. Esta cifra evidencia la magnitud del problema a nivel internacional.
El funcionario destacó que en República Dominicana se han logrado avances significativos en la lucha contra la drogadicción, como el acceso gratuito a terapias y acompañamiento psicológico en UNAPs, hospitales y centros especializados como Moscoso Puello.
Además, se han implementado estrategias integrales que incluyen programas de prevención, campañas de concienciación pública, servicios de tratamiento para adicciones, apoyo psicológico gratuito, centros especializados para niños, adolescentes y adultos.
“Atender el consumo de sustancias psicoactivas sigue siendo un desafío complejo que exige atención continua y coordinación interinstitucional. La colaboración entre sectores es clave para promover la salud mental y el bienestar de nuestra población”, dijo el ministro Atallah.
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