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Santo Domingo. – Comprometida con la estrategia nacional de cero tolerancia al fraude eléctrico, la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) comunicó que en las últimas semanas ha llevado a cabo operativos en varios sectores del Distrito Nacional y el municipio Santo Domingo Este.
Estos operativos han resultado en el desmantelamiento de conexiones fraudulentas en zonas Prepago, las cuales contribuyen al deterioro significativo de los circuitos y evidenciaban clientes con hasta tres meses sin realizar transacciones con la distribuidora. También se logró la captación y seguimiento de nuevos clientes, así como el fortalecimiento de campañas educativas a través de la Gerencia de Gestión Social.
Los barrios impactados por Edeeste en el Distrito Nacional fueron Guachupita y Los Guandules, específicamente la avenida Francisco del Rosario Sánchez, mientras que en Santo Domingo Este se enfocaron los trabajos en Calero, Villa Duarte, Molino Nuevo y La Isabelita.
En el caso de Calero, un total de 161 usuarios fueron desconectados por impago, y se constató la existencia de evasión del consumo como consecuencia de conexiones directas al sistema eléctrico. Al concluir la intervención en este sector, se retiraron más de 200 metros de cables irregulares, se notó un incremento en las recargas Prepago, así como un cobro de RD$29,920.00 y otros RD$170,943.45 en certificados de confianza.
Cabe destacar que en la calle Cervantes de Calero, a través de un mini proyecto, Edeeste llevó a cabo la sustitución de postes y triplex, la reubicación de un transformador y, finalmente, la instalación de alumbrado público.
Este tipo de operativos, realizados con una visión de coordinación interinstitucional entre las diversas direcciones administrativas de Edeeste, han propiciado que usuarios del servicio se formalicen como clientes, lo que impacta en la reducción de las pérdidas y aumenta la regularización de quienes se encuentran en estatus moroso.
Edeeste reiteró su llamado a denunciar el fraude eléctrico, catalogándolo como un mal que no solo perjudica económicamente al sistema, sino que provoca una sobrecarga en la red de distribución, reduce la calidad del servicio para otros usuarios y eleva los costos operativos, los cuales terminan afectando de manera injusta a quienes sí cumplen con sus obligaciones.
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