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Madrid. Una cápsula que contenía cenizas y ADN de más de 166 difuntos, suministrados por Celestis, una compañía de vuelos espaciales conmemorativos, terminó impactando en el océano Pacífico.
La cápsula Nyx, construida por la empresa aeroespacial alemana The Exploration Company, despegó el 23 de junio desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg a bordo de un cohete Falcon-9.
La nave dio dos vueltas a la Tierra e inició después su camino de vuelta, tal y como se esperaba, para concluir el retorno a tierra firme de manera segura. Sin embargo, hubo un problema durante la reentrada; específicamente, el sistema de paracaídas no funcionó, causando que la cápsula chocara contra el océano Pacífico y esparciera su contenido en el mar, según un comunicado de Celestis.
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