Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Este estudio fue realizado por ISGlobal, un centro promovido por la Fundación “la Caixa”, y por el Barcelonaßeta Brain Research Center, un centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall.
Los resultados de este estudio, publicados en la revista Neurology, sugieren que ciertos eventos vitales estresantes impactan en la salud cerebral, con un efecto variable según el género y el nivel educativo.
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Específicamente, el duelo por la pérdida de la pareja se relaciona con alteraciones en procesos biológicos vinculados al alzhéimer, mientras que el desempleo y las pérdidas económicas se asocian con diferencias estructurales en el cerebro.
El impacto del duelo y la economía en el cerebro En la enfermedad de Alzheimer, cambios en el cerebro -como la alteración en los niveles de ciertas proteínas- pueden ocurrir años antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Por ejemplo, se observa una menor proporción de beta amiloide 42/40, un indicador que compara las concentraciones de dos formas de la proteína.
Al ser la beta amiloide 42 la más propensa a agregarse en el cerebro, una disminución en esta relación en el líquido cefalorraquídeo suele reflejar una mayor deposición de beta amiloide en el tejido cerebral y, por lo tanto, se considera un indicador temprano de alzhéimer.
También se encuentran niveles más altos de tau fosforilada, que produce daño neuronal, y de neurogranina, que aumenta cuando se pierden conexiones entre neuronas. El fallecimiento de la pareja sentimental se asocia con cambios en estos biomarcadores, con una menor proporción de beta amiloide 42/40, -efecto que fue más pronunciado en hombres-, y niveles más altos de tau fosforilada y neurogranina -efectos que fueron más pronunciados en mujeres-.
Estas alteraciones fueron más notables en personas con menor nivel educativo. Por otro lado, el desempleo y las pérdidas económicas se relacionaron con una reducción del volumen de la materia gris en regiones cerebrales clave para la regulación emocional y cognitiva.
Estos efectos también mostraron diferencias según el género: en el caso del desempleo, afectó más al cerebro de los hombres, mientras que las pérdidas económicas tuvieron un mayor impacto estructural en el cerebro de las mujeres.
El papel de la desigualdad en el alzhéimer Un estudio previo del mismo grupo ya mostró que la exposición a eventos vitales estresantes en la mediana edad puede aumentar la vulnerabilidad a la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, la prevalencia e impacto de los eventos vitales estresantes varían en función de algunos determinantes sociales, como el género y la educación. Las mujeres y las personas con menor nivel educativo sufren más eventos vitales estresantes, y es también en estos grupos donde la prevalencia de alzhéimer es mayor.
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