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La incertidumbre en la agencia libre de 2025, en gran medida disipada, aún suscita interrogantes: ¿Qué sucede con LeBron James y Los Ángeles Lakers?
Una pregunta que parecía tener respuesta la semana pasada, cuando el jugador de 40 años optó por su opción de jugador de 52,6 millones de dólares para regresar a los Lakers la próxima temporada.
Pero toda esa claridad se desvaneció en el instante en que su agente, Rich Paul, acompañó la noticia con una extensa declaración sobre la necesidad de actuar con celeridad en LakerLand.
“Entendemos la dificultad de ganar ahora mientras nos preparamos para el futuro. Queremos evaluar qué es lo mejor para LeBron en esta etapa de su vida y su carrera. Quiere aprovechar al máximo cada temporada que le queda, y los Lakers lo entienden, lo apoyan y quieren lo mejor para él.”
Pues bien, adiós a esa urgencia. La respuesta de los Lakers ha sido, en el mejor de los casos, tibia. El equipo aún no ha oficializado el regreso del máximo anotador histórico y miembro del segundo equipo All-NBA. Dejaron marchar a Dorian Finney-Smith a su rival Houston.
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Ficharon al pívot Deandre Ayton, recién liberado, con un contrato de nivel medio controlado por el equipo por tan solo un año. La pretemporada de los Lakers no promete “aspiraciones de campeonato”.
Quizás LeBron previó lo que se avecinaba y actuó primero para anticiparse al enfoque poco inspirador de los Lakers.
Paul reveló, en declaraciones a Dave McMenamin de ESPN a principios de esta semana, que cuatro equipos han consultado al director ejecutivo de Klutch Sports sobre la posibilidad de fichar a James. Organizar un traspaso, con su cláusula de no traspaso, podría haber sido el plan desde el principio. Si el objetivo de LeBron es genuinamente ganar un campeonato, el cálculo es simple: necesita ir al Este. Más específicamente, debería llevar su talento de regreso a Cleveland, donde el camino a las Finales está más despejado que nunca.
El Gran Slam del Oeste
El Oeste le ha ganado la partida al Este una y otra vez en este siglo. Desde el año 2000, en enfrentamientos directos, la Conferencia Oeste ha ganado la mayoría de los partidos interconferencia en la asombrosa cifra de 23 de las últimas 26 temporadas, según el seguimiento de Basketball-Reference.
El recuento final indica que el Oeste obtuvo 6316 victorias contra el Este, en comparación con solo 4997 victorias del otro equipo. Es inimaginable cuán desequilibradas están las conferencias. Como detallé en el Gran Número de esta semana, el Este podría terminar con un récord de 1318-0 en el futuro y aún así tendría un peor registro contra su rival de conferencia desde el año 2000.
El dato
Favoritos
Hasta el miércoles por la mañana, los tres equipos con más probabilidades de ganar el campeonato — OKC, Houston y Denver — pertenecen a la misma conferencia, según las cuotas de BetMGM. Lo cual, de mantenerse, sería la primera vez desde 2008 que los tres grandes favoritos al comenzar la temporada pertenezcan a la misma conferencia.
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