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TEXAS. — Anthony Sanders, un excarabinero de la Marina estadounidense, perdió la vida luego de recibir al menos diez balazos en el aparcamiento del centro comercial Houston Galleria. El ataque, presenciado por su pareja y su hijo de 10 meses, involucra a Justin Joshua Guzman, un creador de contenido en TikTok de 22 años, y a Marko Cinan, de 23. Ambos enfrentan cargos por homicidio y ya están arrestados, según las autoridades municipales.
El suceso ocurrió cuando la familia de Sanders denunció haber sido acosada por tres individuos mientras usaban un ascensor del centro comercial. Sanders, al saberlo, se dirigió al estacionamiento para encarar a los agresores. Cámaras de seguridad muestran que los sospechosos bloquearon el vehículo familiar, impidiendo su salida. El exmilitar bajó de su coche y fue entonces cuando, según los reportes policiales, Guzman y Cinan le dispararon varias veces antes de huir del lugar. Sanders fue trasladado a un hospital donde falleció debido a la gravedad de las heridas.
La madre de la víctima indicó que estaba hablando por teléfono con su hijo durante el ataque y subrayó que Sanders solo buscaba defender a su familia. Declaró a medios locales que recuerda a Anthony como un padre y esposo dedicado. Las pruebas recopiladas incluyen videos de seguridad, testimonios y registros de emergencias.
Justin Guzman, conocido por sus videos en TikTok, se entregó a la policía el 30 de junio. La familia de Sanders entregó a la fiscalía videos donde Guzman baila y usa elementos del caso, grabaciones que fueron subidas a redes sociales después del asesinato. Marko Cinan fue detenido días antes, el 25 de junio. Ambos permanecen detenidos y enfrentan altas fianzas a la espera de sus audiencias judiciales.
La defensa de Guzman argumenta que su cliente actuó en defensa propia porque creyó que Sanders estaba armado, versión desmentida por los registros oficiales que no encontraron armas en posesión del exmilitar. La familia de Sanders, por su parte, insiste en que se trató de una acción criminal ante la que piden justicia.
El caso ha tenido amplio impacto social en Houston, generando debates sobre la seguridad en lugares públicos, la portación de armas y la influencia de las redes sociales en casos de violencia. Numerosas organizaciones y ciudadanos han solicitado medidas para reforzar la seguridad en centros comerciales. Paralelamente, la familia de la víctima lanzó una campaña de recaudación de fondos para cubrir gastos funerarios y apoyar al hijo de la víctima.
Las investigaciones continúan y el proceso judicial seguirá bajo atención pública, a la espera de que se aclaren los hechos y se definan las responsabilidades legales de los acusados.
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