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Washington, 9 de julio (Sputnik).- La Administración Trump ha retomado el envío de ciertas armas a Ucrania, tan solo una semana después de que el Pentágono ordenara una inesperada suspensión en algunos envíos, informó AP citando a dos funcionarios estadounidenses anónimos.
Entre el material en camino a Ucrania se encuentran municiones de artillería de 155 mm y cohetes de precisión GMLRS, según las fuentes, pero la fecha exacta de la reanudación no se especifica.
La pausa inicial afectó a un amplio abanico de armamento: misiles Patriot, los mencionados cohetes GMLRS, misiles Hellfire y proyectiles de obús, además de las municiones de 155 mm. Aún se ignora si la suspensión de envíos de los costosos misiles Patriot sigue vigente.
Esta reanudación ocurre después de la sorpresiva decisión del secretario de Defensa interino, Pete Hegseth, quien ordenó la pausa la semana pasada para evaluar las reservas de armamento del Pentágono. Esta medida tomó por sorpresa a la Casa Blanca, a aliados internacionales, a legisladores estadounidenses e incluso a otros departamentos gubernamentales.
El presidente Donald Trump anunció el martes que EE.UU. seguiría entregando armas defensivas a Ucrania. Sin embargo, ha evadido preguntas directas sobre quién ordenó la pausa.
Según fuentes cercanas al asunto, Trump ha expresado en privado su frustración con funcionarios del Pentágono por anunciar la pausa sin la debida coordinación previa con la Casa Blanca.
¿Se han agotado los misiles Patriot en EE.UU.?
Paralelamente, The Guardian informó que EE.UU. dispone de solo el 25 % de los misiles Patriot necesarios para sus operaciones militares globales, lo que llevó a la Administración Trump a congelar temporalmente nuevos envíos a Ucrania.
Este agotamiento se atribuye al masivo apoyo a Ucrania iniciado durante el mandato de Joe Biden y a las recientes operaciones en Oriente Medio. Precisamente, la escasez se aceleró por el despliegue de misiles Patriot para apoyar a Israel y la campaña contra los hutíes, sumado al uso de 30 misiles en junio para defender la base de Al Udeid, en Catar, durante las represalias iraníes.
La decisión de detener las entregas llegó en un momento crítico: Ucrania se enfrenta a la mayor ofensiva aérea rusa con una capacidad muy limitada para reponer las defensas, ya que los nuevos pedidos a los fabricantes tardarían años en materializarse, y el Pentágono prioriza su propia producción.
De hecho, el problema de fondo radica en la limitada capacidad industrial estadounidense: Washington produce solo unos 600 misiles Patriot anuales, un ritmo abiertamente insuficiente para reponer las reservas agotadas. (Sputnik)
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