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La impuntualidad constante puede ser exasperante para quienes esperan, y a menudo se achaca a la dejadez y la falta de cuidado.
Sin embargo, los expertos señalan que un problema de salud conocido como “ceguera temporal” podría ser la causa de esta impuntualidad recurrente.
A menudo malinterpretada como una incapacidad para percibir el tiempo, esta condición afecta la habilidad de una persona para calcular el tiempo requerido para completar tareas, lo que impacta desde las rutinas diarias hasta la productividad a largo plazo.
En la vida cotidiana, la ceguera temporal puede manifestarse como el incumplimiento de plazos, la dificultad para pasar de una tarea a otra o la subestimación del tiempo necesario para una tarea, lo que puede causar estrés y frustración, según los especialistas.
En el ámbito social, puede interpretarse como una conducta irrespetuosa o descuidada hacia los demás, lo que puede dañar las relaciones.
“La característica fundamental de la ceguera temporal es la incapacidad para estimar un intervalo de tiempo”, afirmó el Dr. Mauran Sivananthan, psiquiatra de Henry Ford Health en Detroit Michigan, a Fox News Digital.
Esto puede afectar negativamente la capacidad de una persona para utilizar el tiempo como guía para planificar su día.
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Laurie Singer, analista de conducta certificada por la junta de Laurie Singer Behavioral Services de California, reiteró que las personas con agnosia temporal -otro nombre para esta condición- no pueden procesar correctamente el paso del tiempo.
“Suelen tener dificultades para saber cuánto tiempo ha transcurrido o cuánto tiempo les queda durante una tarea”, dijo a Fox News Digital.
Por ejemplo, alguien puede calcular mal el tiempo necesario para prepararse por la mañana, salir corriendo y llegar tarde.
Otros pueden quedar absortos en una actividad (un síntoma conocido como hiperfocalización), perdiendo completamente la noción del tiempo, señaló el experto.
La ceguera temporal se considera un “problema de la función ejecutiva”, explicó Sivananthan.
La función ejecutiva se refiere a habilidades como la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva y el control de la inhibición.
Estas habilidades son esenciales para tareas cotidianas como hacer planes, resolver problemas y adaptarse a situaciones nuevas, según la Clínica Cleveland.
“Varias partes del cerebro se ven afectadas por el TDAH, incluyendo la corteza prefrontal y el cerebelo”, señala Sivananthan. “Se han realizado muchos estudios sobre el papel del cerebelo en el procesamiento del tiempo”.
Según los expertos, esta condición también puede presentarse en individuos con autismo, TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), lesiones cerebrales traumáticas, depresión, ansiedad e incluso afecciones como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple.
La ceguera temporal no está listada en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que es el libro de referencia aceptado para la salud mental y las condiciones relacionadas con el cerebro, señaló Singer.
Aunque no existe un diagnóstico formal para esta afección, la incapacidad para percibir y gestionar el tiempo está incluida en los criterios del DSM-5 para el TDAH.
Según Sivanathan, el tratamiento de la ceguera temporal suele requerir un enfoque integral, comenzando por minimizar los retrasos.
“Cuando haya que hacer algo, es mejor hacerlo de inmediato”, declaró a Fox News Digital.
También puede ser útil usar dispositivos externos para controlar el tiempo dedicado a una actividad.
Sivanathan suele recomendar a sus pacientes que usen temporizadores antes de meterse en la ducha o de iniciar un proyecto, por ejemplo.
Singer añadió: “Cuando se les proporcionan algunas herramientas para aliviar los síntomas, como empezar cada día de la misma manera para crear un ritmo, he visto a pacientes abordarlo con una dedicación excepcional”.
Los expertos coinciden en que la conducta habitual puede aportar los beneficios de “estructura, previsibilidad, reducción de la fatiga por tomar decisiones, aumento de la productividad y mejor gestión del tiempo”.
Sivananthan recomienda dividir las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables, y crear rutinas constantes que “entrenen el cerebro” y reduzcan la carga cognitiva.
Aunque la ceguera temporal no desaparezca por completo, puede reducirse significativamente mediante el uso de rutinas consistentes, ayudas visuales y terapia regular, según los expertos.
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