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Madrid. Ingerir únicamente manzanas rojas como Blancanieves, o beber solo infusiones como Bella. Estas son algunas de las llamadas “dietas de las princesas Disney”, una arriesgada tendencia viral en redes sociales que inquieta a los profesionales de la salud.
El Consejo General de Enfermería (CGE) avisa de que esta práctica, con apariencia de reto inofensivo, constituye una grave amenaza para la salud física y mental de los jóvenes.
El CGE alerta que esta clase de retos, presentados como entretenidos, encierran un culto a la delgadez extrema que puede desembocar en trastornos alimentarios.
El objetivo que plantean estas dietas es perder hasta diez kilos en solo 15 días, siguiendo un patrón alimenticio extremo inspirado en una princesa Disney diferente cada día.
“Pone en grave peligro la salud de los más jóvenes”, advierte el Consejo, que denuncia que este fenómeno carece de cualquier base científica y responde a una peligrosa lógica de idealización de cuerpos inalcanzables.
Héctor Nafría, divulgador científico de la Unidad de Cultura Científica del CGE, advierte que las redes están repletas de bulos y consejos engañosos sobre nutrición. “Cuando se trata de salud, el terreno se vuelve fértil para dietas milagro y prácticas arriesgadas disfrazadas de soluciones mágicas”, sostiene.
Nafría tilda estas “dietas” como un plan restrictivo sin fundamentos científicos, con una ingesta calórica tan baja como 300 o 600 kilocalorías al día, muy por debajo de las 2.050 recomendadas para adolescentes. “No solo es insuficiente, sino potencialmente mortal si se mantiene en el tiempo”, subraya.
Lo que empieza como un reto viral simpático, con una estética infantil, se transforma en una trampa peligrosa.
Nafría advierte que plataformas como TikTok, mediante algoritmos que impulsan la visibilidad de contenidos virales, facilitan la proliferación de estos videos, incluso cuando se camuflan mediante hashtags cifrados para eludir la moderación.
La presidenta de la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD), Carmen Martín, subraya que la adolescencia es una etapa especialmente vulnerable.
“El deseo de encajar, la presión estética y la romantización de la delgadez extrema se combinan con un entorno digital sin regulación, generando una tormenta perfecta”, afirma.
Martín enumera los múltiples riesgos que implican estas dietas extremas. A corto plazo pueden provocar:
A largo plazo, los efectos pueden ser aún más graves: trastornos de la conducta alimentaria como anorexia o bulimia, alteraciones hormonales, retraso del crecimiento y secuelas cognitivas y emocionales como depresión, baja autoestima o aislamiento.
Las enfermeras, señala el CGE, juegan un papel clave en la prevención y educación en salud. Su labor incluye desmentir los bulos virales con evidencia científica y acompañar a adolescentes y familias en el desarrollo de hábitos saludables.
“El objetivo no es prohibir, sino enseñar. Una dieta saludable debe ser personalizada, equilibrada y nunca debe bajar de las 1.200 kilocalorías diarias”, advierte el CGE.
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo, resume el mensaje con claridad:
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