Salud

Etiqueta en el gimnasio

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En el gimnasio, aparte de fortalecer el cuerpo, no olvidemos ejercitar la cortesía.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

En el gimnasio, aparte de fortalecer el cuerpo, no olvidemos ejercitar la cortesía. En un entorno donde la convivencia es constante y la atención a los detalles marca la diferencia, la etiqueta moderna se convierte en aliada para mantener la armonía.

Durante tu visita al gimnasio, no sólo se espera que sepas utilizar los equipos y domines tu rutina de ejercicios, sino también que pongas en práctica unas normas básicas para que tu estancia en ese lugar sea agradable.

Al compartir el espacio y los aparatos en un gimnasio, no olvides estas reglas de cortesía:

Aseo o higiene. Al hacer ejercicios es normal sudar y a la vez, producir algo de olor. Sin embargo, un buen aseo evitará generar un olor que moleste a los demás. Evita las fragancias (perfumes o colonias), pues en un lugar cerrado puede molestar a quienes no gustan de olores fuertes; un buen desodorante es suficiente.

El saludo. Aunque estés recién despierto, las buenas maneras hay que ponerlas en práctica y el saludo es parte importante de ellas. Esto no implica una conversación durante el entrenamiento, ni saludar con un beso (mucho menos si estás sudado), ni con un apretón de manos. Un “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches” es suficiente.

Una toalla pequeña. Es importante siempre llevarla para limpiar algún equipo que desees usar o para limpiar tu propio sudor luego de usarlo. Es muy desagradable dejar una máquina sudada.

Sé puntual. Lo ideal es llegar 5 ó 10 minutos antes de iniciar la clase en la que vayas a participar, para que ocupes tu lugar, según el número u orden que te corresponda y te prepares a tiempo con lo necesario.

Deja los accesorios y equipos en su lugar. Por asuntos de seguridad y orden, es necesario colocar todo el equipo de entrenamiento en su sitio.

Evita hacer ruidos de esfuerzo. Esto es molesto para los demás. En este caso, se recomienda hacer inhalaciones y exhalaciones profundas.

No reserves el lugar para otras personas. Evita dejar la toalla, botella de agua o cualquier otro artículo para apartar o reservar un lugar o aparato, sobre todo si estás usando otro equipo. En las clases grupales, no es bien visto que reserves el lugar para alguien más.

No comas dentro de las instalaciones. Por cuestiones de salud e higiene, no es recomendable ingerir alimentos en este lugar.

Limita el tiempo de uso de los equipos al indicado. Primero para no excederte en lo necesario para tu régimen y segundo, porque otros usuarios esperan por el equipo. Sobre todo, en horas de mucha concurrencia.

Evita el coqueteo. El gimnasio no es un lugar de citas o coqueteos. Si buscas pareja, este no es el lugar apropiado para eso.

No te quedes observando las clases de los demás. Es de mal gusto y puede hacer sentir incómodos y que están siendo juzgados quienes se están ejercitando.

El gimnasio no es una pasarela. No uses este espacio para exhibir tus músculos o cuerpo escultural. La mayoría de las personas que asisten a él están enfocadas en sus metas y no admiten distracción. En cuanto a los espejos, son para auxiliarse con los ejercicios y equipos.

Apaga tu celular. El teléfono móvil te distrae a ti y a los demás.

Escucha tu música con audífonos. Si llevas un reproductor personal para escuchar música de tu elección, es preferible escucharla a través de tus audífonos para no molestar a los demás.

Como ves, el gimnasio también tiene sus normas de cortesía y es un espacio para compartir en armonía.

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