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LOS ÁNGELES — Una explosión en un centro de entrenamiento de la policía del condado de Los Ángeles causó la muerte de tres miembros de su unidad de incendios y explosivos el viernes, constituyendo una de las peores pérdidas de vidas del departamento en un solo suceso, según informaron las autoridades.
Los tres eran agentes experimentados. El departamento no ha especificado qué estaban haciendo en ese momento ni la causa de la explosión.
El jefe de policía del condado de Los Ángeles, Robert Luna, explicó que el equipo de incendios y explosivos recibe una formación exhaustiva y atiende más de 1.000 llamadas al año. Los fallecidos fueron identificados el viernes por la noche por el departamento como el detective Joshua Kelley-Eklund, el detective Victor Lemus y el detective William Osborn. Sirvieron 19, 22 y 33 años en el departamento respectivamente, detalló Luna.
“Cuentan con años de formación”, señaló el jefe de policía en una rueda de prensa. “Son expertos fantásticos, y desafortunadamente hoy he perdido a tres de ellos”.
La explosión fue reportada alrededor de las 7:30 de la mañana en las Instalaciones de Entrenamiento Biscailuz, indicó la portavoz del departamento de policía, Nicole Nishida.
Las autoridades estaban investigando si podría haber una conexión con el descubrimiento el día anterior de “dispositivos” en un complejo de apartamentos en Santa Mónica, explicó Nishida, sin aclarar qué tipo de dispositivos eran. Los tres miembros del equipo de incendios y explosivos respondieron ese día para ayudar a la policía local.
Las agencias de la ley estaban obteniendo una orden judicial para registrar el complejo en busca de material explosivo potencial, y la policía evacuó a los residentes, manifestó Nishida.
Imágenes aéreas de la cadena de televisión KABC muestran que la explosión ocurrió en un estacionamiento lleno de patrullas y camiones. Se podían ver tres cuerpos cubiertos cerca de un camión con una rampa adosada a una puerta lateral. Un auto patrulla de la policía, estacionado cerca del lugar, tenía un espejo retrovisor destrozado por la explosión.
Luna dijo que se tardó más de cuatro horas en asegurar la escena y que las muertes estaban siendo investigadas por los detectives de homicidios del departamento, con la asistencia del FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. Nadie más resultó herido, añadió.
La secretaria de Justicia Pam Bondi, en una publicación en la plataforma social X, expresó que la explosión “parece ser un incidente horrible” y que agentes federales estaban en el lugar para averiguar más.
“Por favor, recen por las familias de los agentes fallecidos”, escribió Bondi.
Luna afirmó que las muertes marcaron la peor pérdida de vidas del departamento en un solo suceso desde 1857, cuando cuatro oficiales fueron asesinados a tiros.
“He hablado con dos de las tres familias hasta ahora. Esas fueron conversaciones muy difíciles”, expresó Luna, con la voz entrecortada.
Investigadores de incendios del Departamento de Bomberos de Los Ángeles y miembros del escuadrón de explosivos del Departamento de Policía de Los Ángeles también estaban asistiendo en la investigación, indicó la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, en una publicación en X.
La oficina del gobernador de California, Gavin Newsom, comunicó que él ha sido informado del hecho y que la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador está en contacto con el departamento policial y que vigilaba de cerca la situación. Más tarde, publicó en X que miembros del Departamento de Bomberos del Estado colaboraban en la investigación a petición de la ATF.
Jason Zabala, un agente del equipo SWAT del departamento policial, aseguró que los fallecidos eran “los mejores de los mejores”.
“Cuando te presentas para el trabajo, sabes que va a ser un trabajo peligroso”, añadió, agregando que a medida que pasa el tiempo, “te das cuenta de lo peligroso que es”.
El departamento realizó una procesión y un servicio para los agentes caídos por la noche.
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