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WASHINGTON (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump desbloqueó miles de millones de dólares en subsidios para escuelas, informó el viernes el Departamento de Educación, poniendo fin a semanas de inestabilidad para educadores de todo el país que dependían de los fondos para la alfabetización de adultos, instrucción en inglés y otros programas.
El gobierno de Trump había retenido más de 6.000 millones de dólares en fondos el 1 de julio, como parte de una revisión para asegurar que el gasto se ajustara a las prioridades de la Casa Blanca.
La congelación de fondos fue disputada mediante diversas demandas en las que educadores, congresistas de ambos partidos y otras personas pidieron al gobierno que liberara el dinero del que dependían las escuelas para una amplia gama de programas. El Congreso había asignado el dinero en un proyecto de ley firmado este año por Trump.
La semana pasada, el Departamento de Educación dijo que liberaría 1.300 millones de dólares para programas extracurriculares y de verano. Sin esos fondos, varios distritos escolares y organizaciones sin fines de lucro como la YMCA y el Boys and Girls Club of America comunicaron que tendrían que cerrar o disminuir las ofertas educativas este otoño.
Un grupo de 10 senadores republicanos envió una carta el 16 de julio donde instaban al gobierno a que permitiera que el dinero congelado para la educación fuera enviado a los estados, señalando que el dinero retenido respaldaba programas y servicios imprescindibles para las comunidades locales.
La senadora Shelley Moore Capito fue uno de los miembros del Congreso que solicitó la liberación de las subvenciones. “Los programas disfrutan de un apoyo bipartidista de larga data”, afirmó el viernes Capito. Señaló que los programas extracurriculares y de verano permiten que los padres trabajen mientras sus hijos aprenden y las clases ayudan a los adultos a adquirir nuevas habilidades, contribuyendo a las economías locales.
Al retener los fondos, la Oficina de Administración y Presupuesto señaló que algunos de los programas apoyaban una “agenda radical de izquierda”. “Compartimos su preocupación”, escribieron los senadores republicanos. “Sin embargo, no pensamos que eso esté sucediendo con estos fondos”.
Los superintendentes escolares advirtieron que, sin el dinero, tendrían que eliminar servicios académicos. El viernes, AASA, una asociación de superintendentes, agradeció a los miembros del Congreso por presionar para liberar los fondos.
En el condado de Harford, Maryland, parte del dinero federal retenido constituía más de la mitad del presupuesto para el campamento de verano anual del distrito para niños que aprenden inglés. Los fondos ayudan al distrito a contratar maestros certificados para el campamento, incorporando el aprendizaje en el juego de los niños durante cuatro semanas del verano. El programa ayuda a los menores a mantener su impulso académico y en el idioma inglés durante el verano.
El distrito atiende a unos 1.100 estudiantes que no son hablantes nativos de inglés. Muchos de ellos nacieron en Estados Unidos de padres que llegaron al área en busca de oportunidades laborales, a menudo en los restaurantes y almacenes que han surgido en las últimas décadas en la región al noreste de Baltimore. Durante el año escolar, el dinero federal que pronto se liberará paga los salarios de los tutores de los niños que aprenden inglés.
El jueves, más de 350 niños llenaron el segundo piso de la escuela secundaria Bel Air para el penúltimo día del campamento de verano. Los jóvenes estudiantes se agolpaban alrededor de una rueda del alfabeto, empujándose unos a otros para presionar cada botón de letra mientras pensaban en alimentos que comenzaran con letras de la A a la Z.
Los estudiantes de secundaria observaron una demostración de un equipo de robótica, y algunos levantaron tímidamente la mano cuando se les preguntó si estarían interesados en unirse. Varios alumnos de secundaria que funcionaban como voluntarios, algunos de los cuales habían participado hacía pocos años en el campamento para aprender inglés, ayudaron a los más pequeños con sus proyectos de arte.
La incertidumbre que rodeó a la financiación fue una distracción innecesaria para las escuelas, dijo la senadora Patty Murray. “En lugar de dedicar las últimas semanas a averiguar cómo mejorar las opciones extracurriculares y aumentar los puntajes de lectura y matemáticas de nuestros hijos, gracias al presidente Trump, las comunidades de todo el país se han visto forzadas a dedicar su tiempo a recortar opciones de tutoría y decidir a cuántos maestros van a despedir”, declaró la senadora.
Entre los fondos bajo revisión hay 2.000 millones de dólares en subvenciones para el desarrollo profesional de los maestros y los esfuerzos para reducir los tamaños de los grupos, 1.300 millones para programas extracurriculares y de verano, 1.000 millones para subvenciones de enriquecimiento académico, que usualmente se utilizan para educación en ciencias y matemáticas y para el aprendizaje acelerado, 890 millones para estudiantes que aprenden inglés, 370 millones para educar a los niños de trabajadores migrantes, y 715 millones para enseñar a leer a los adultos.
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