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Rufino De la Cruz profesaba fuertes ideales democráticos y tomaba como ejemplo patriótico al combatiente Perún de la Cruz Camilo, reconocido luchador contra la primera intervención militar estadounidense en República Dominicana.
También era miembro del Movimiento Político 14 de Junio. Le encomendaron la misión secreta de acompañar a Minerva Mirabal en varios viajes a Puerto Plata, dadas sus cualidades para esa tarea, al ser un hombre decidido, audaz y valiente.
Rufino De la Cruz no fue un simple chofer, sino un hombre con diversas actividades económicas, comprometido, solidario, valeroso, con excepcionales condiciones morales, apto para cumplir esa misión donde perder la vida era probable.
La conexión de De la Cruz con la familia Mirabal se forjó en el fragor de la lucha, a través de un primo suyo que trabajaba en el almacén de provisiones propiedad de Enrique Mirabal, padre de las hermanas Mirabal.
Algunos historiadores han tratado la figura de este hombre como un personaje secundario, casi un extra en el drama de las hermanas Mirabal, pero se ha establecido datos testimoniales que demuestran la profundidad de su compromiso político.
Para Rufino merece la categoría de héroe, ya que sabiendo el riesgo que implicaba, asumió con valentía la tarea asignada. Muchas personas coinciden en afirmar que con la figura histórica de Rufino de la Cruz no se ha hecho justicia.
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