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“La actuación tiene su origen en el teatro. No hay teatro sin intérpretes. El actor es un elemento clave. El teatro eres tú. En el cine, el actor es un componente, y el resultado de mi interpretación puede depender del montaje”, dice Camila Santana.
Luego de 20 películas en su haber, este fin de semana da el gran salto al teatro: “Primera vez que me contratan para un clásico. Comparto escena con actores de primera línea y un veterano en la dirección”. Es Camila Santana, actriz que enfrenta el desafío de interpretar a Margarita, en una de las grandes obras de la literatura universal: Fausto, en el Teatro Nacional.
“La actuación nace en el teatro. No hay teatro sin actores. El actor es una pieza. El teatro eres tú. En el cine, el actor es un engranaje, y el resultado de mi actuación puede depender de la edición”, dice Camila Santana.
“En teatro tienes el impulso del público y tus compañeros de principio a fin, todo tiene un orden cronológico. En el cine no grabas en orden cronológico. Hay escenas que se dividen en dos, de un sitio a otro en días distintos. Es un desafío. La cámara lo registra todo”, añade.
El primer papel como protagonista principal en cine fue para Camila un thriller psicológico: “Sol en el agua”. Ha sido, además, su personaje más exigente. “Era un mundo imaginario, y estaba en todas las escenas. Tuve que hacer un análisis muy profundo del texto y estar atenta a cada detalle”.
A nivel físico tenía que filmar en el fondo de un tanque profundo, de noche y con frío. Escuchaba instrucciones a través de un altavoz en el tanque. “Una voz decía ‘¡Acción!’ y los buzos nos quitaban la máscara de oxígeno. Si necesitaba respirar tenía que hacer señas y el buzo venía con el oxígeno. Me gustaría filmar 100 veces más debajo del agua. Provoca mucha adrenalina. En la escena que desaparecía en la oscuridad, un hilo me halaba hacia abajo, sin oxígeno y sin ver nada”. Con entrenamiento llegó a un minuto sin respirar bajo el agua. “Cuando terminé el rodaje sentí un vacío. Volver al mundo, a la cotidianidad, me resultó extraño”.
Entre film y film, Camila Santana es una excelente DJ. “La rama de arte que más me gusta y no puedo dejar de consumir es la música. Me gusta compartir. Ser DJ es como un curador. Elige y busca contrastar música nueva para honrarla, compartirla y crear experiencias atractivas. Me siento muy libre. No tengo meta en ser DJ, sino en disfrutarlo, porque mi carrera profesional siempre será mi actuación”.
Este fin de semana y el otro estará como actriz en la Sala Ravelo del Teatro Nacional. Es el reto que hoy día se le presenta a Camila: del cine al teatro. Para luego volver al cine… Ella tiene el bagaje para triunfar en ambos. Es paciente, disciplinada, intuitiva y observadora. La conozco desde que tenía dos años de edad. Puedo afirmarlo.
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