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Nueva York, 29 de julio (SANA) El embajador y representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Qusay Al-Dahhak, denunció ante el Consejo de Seguridad que la ocupación israelí persevera en sus intentos de desestabilizar Siria y obstruir los esfuerzos nacionales e internacionales para restablecer la paz y la seguridad en la región.
Durante una sesión dedicada a la situación en Oriente Medio, Al-Dahhak alertó que su país enfrenta “desafíos graves y multifacéticos” que demandan un compromiso internacional constante y positivo, además del apoyo necesario para superarlos.
El diplomático mencionó el reciente atentado terrorista perpetrado por la organización extremista Daesh (ISIS) el pasado 22 de junio, contra la iglesia Mar Elías en el barrio de Dweila, en Damasco, como una muestra del clima de inseguridad promovido por actores externos.
“Este ataque traicionero no se dirigió solo contra la iglesia, sino contra toda Siria y su unidad nacional”, enfatizó el diplomático, a la vez que reiteró la condena de su gobierno a las repetidas agresiones israelíes contra territorio sirio.
El embajador afirmó que tales acciones socavan los esfuerzos de reconstrucción, perjudican el bienestar del pueblo sirio y tienen como objetivo exacerbar las divisiones internas y prolongar la inestabilidad.
Al-Dahhak reiteró el llamado de Damasco al Consejo de Seguridad, a la Secretaría General de la ONU y a la comunidad internacional para que condenen y detengan los ataques israelíes, y exijan el cumplimiento del Acuerdo de Separación de 1974 por parte de Tel Aviv.
De igual manera, demandó la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios sirios ocupados recientemente y el cese de la ocupación de los Altos del Golán, de acuerdo con las resoluciones 242, 338 y 497 del organismo internacional.
El diplomático expresó su pesar por los sucesos violentos ocurridos en la provincia de Sweida y denunció los intentos de la ocupación israelí de instrumentalizar estos eventos para justificar nuevos actos de agresión.
“Siria rechaza categóricamente la explotación de estos acontecimientos y reafirma su compromiso con la paz, la unidad nacional y el diálogo”, aseveró. El gobierno sirio, dijo, trabaja activamente para restaurar la calma, contener la violencia y facilitar la asistencia humanitaria.
En coordinación con agencias de la ONU, el gobierno sirio logró evacuar de forma segura a personal internacional y a ciudadanos extranjeros en medio de un entorno de alta inseguridad, producto de la constante violación del alto el fuego.
Al-Dahhak resaltó la entrega de ayuda humanitaria a través de la Media Luna Roja Árabe Siria y la concesión de múltiples autorizaciones para facilitar el acceso a las zonas afectadas.
A pesar del entorno adverso, Siria ha facilitado evaluaciones conjuntas de necesidades, rehabilitación de servicios básicos y medidas de seguridad, a pesar de amenazas como el secuestro de trabajadores humanitarios o ataques con francotiradores.
El delegado sirio aseguró que su gobierno está comprometido a investigar y hacer justicia frente a las violaciones cometidas en As-Suwayda.
Al-Dahhak advirtió que, a pesar de los gestos positivos de cooperación internacional y de los llamamientos a levantar las sanciones, la situación humanitaria en Siria sigue empeorando.
Indicó que el plan de respuesta humanitaria ha recibido apenas el 13 % de su financiamiento, mientras que el país se enfrenta a una de las peores sequías en tres décadas, agravando la crisis social y económica.
El representante sirio concluyó reafirmando la determinación del pueblo sirio de mantener su unidad, rechazar la violencia y el extremismo, y construir un futuro común sin exclusión, polarización ni injerencias externas.
“Siria será de todos los sirios, construida por hombres y mujeres, libre de odio e imposiciones foráneas”, aseguró.
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