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En República Dominicana, miles podrían padecerla sin saberlo, lo que supone un reto para el sistema de salud. La ausencia de síntomas al inicio demora el diagnóstico, obstaculizando un tratamiento adecuado y facilitando la propagación del virus.
La hepatitis viral sigue siendo una causa importante de enfermedad hepática crónica a nivel mundial, constituyendo una amenaza para la salud pública.
Con motivo del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra cada 28 de julio, se intensifica el llamado a la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno para prevenir complicaciones graves como la cirrosis y el cáncer de hígado.
Según Mirna Fonfrías, gastroenteróloga de IntraCare Center, esta enfermedad, causada por diferentes virus (tipos A, B, C, D y E), puede afectar a personas de cualquier edad. No obstante, los tipos B y C son los más preocupantes por su capacidad de volverse crónicos y dañar progresivamente el hígado, a menudo sin síntomas durante años. Esta evolución silenciosa eleva el riesgo de desarrollar cáncer hepático si no se actúa a tiempo.
La especialista señala que, en República Dominicana, miles de personas podrían tener hepatitis crónica sin saberlo, lo que representa un desafío importante para el sistema de salud. La falta de síntomas en las primeras etapas retrasa el diagnóstico, dificultando el tratamiento adecuado y favoreciendo la transmisión del virus.
La prevención y el control de la hepatitis son posibles. La vacunación contra la hepatitis B, el acceso a agua potable, la higiene apropiada y la disminución de prácticas de riesgo, como compartir agujas o tener relaciones sexuales sin protección, son medidas esenciales.
En el caso de la hepatitis C, aunque no hay vacuna, los tratamientos antivirales disponibles permiten curar la enfermedad en la mayoría de los casos, si se detecta a tiempo.
El Día Mundial de la Hepatitis busca concienciar sobre la necesidad de actuar con rapidez frente a una infección que, aunque prevenible y tratable, puede tener consecuencias fatales si no se controla.
El fortalecimiento de las estrategias de detección, el acceso a los servicios de salud y la educación comunitaria son cruciales para reducir la carga de enfermedad hepática en el país.
Evitar la hepatitis hoy es prevenir el cáncer de hígado mañana. La acción temprana es fundamental.
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