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Parece que no habrá sorpresas. Al crear por decreto la Comisión para la Reforma Electoral que será presidida por Pablo Gómez y que estará integrada por 7 de sus colaboradores directos -cinco de ellos más afines al expresidente Andrés Manuel López Obrador que a ella-, la presidenta Claudia Sheinbaum deja claro que el nuevo marco electoral que resultará de todo esto es el que quería y delineó desde el 5 de febrero de 2024 su antecesor.
La realización de foros y encuestas sólo servirán para darles un barniz de inclusión y de democracia que en los hechos y sus resultados simplemente no existen.
El mismo esquema operó desde 2018 a 2024, y luego en la aprobación en cascada del paquete de reformas anunciado y promovido por AMLO al cierre de su mandato que culminó con la promulgación de la Reforma del Poder Judicial.
Los foros en que se escucharon todas las voces no lograron mover ni una coma de los proyectos del expresidente.
Al final todo fue aprobado vía el ominoso y contundente mecanismo del mayoriteo legislativo oficialista (Morena-PT-Verde) alcanzado por una sobrerrepresentación otorgada a la mala y de manera inconstitucional por el INE y el Tribunal Electoral y por la compra de tres senadores en la cámara alta.
Todo eso queda registrado para la historia legislativa de México.
Hoy se vuelve a poner en marcha el mismo esquema de validación de la Reforma Electoral con foros y encuestas que solo simularán una consulta popular y debates de expertos, organismos, instituciones y ciudadanos que solo serán una simulación que no modificará nada en el proyecto original ya muy conocido de AMLO para ir a un esquema electoral operado y controlado por él y Morena.
Basta con ver los perfiles de la Comisión para la Reforma Electoral para entenderlo. Hay un principio inamovible que indica que origen es destino. Y la integración de esa Comisión marca lo que al final saldrá de esa Reforma,
La encabezará Pablo Gómez, un personaje del duro nudo ideológico del muy antiguo Partido Comunista, que ha vivido durante los últimos 57 años de haber sido del Comité de Huelga del Movimiento de 1968.
Economista surgido de la UNAM de aquella época, Gómez siempre ha vivido del presupuesto en función de su supuesto liderazgo dentro de ese grupo del 68.
En el sexenio de AMLO este Gómez encabezó uno de los grupos familiares en que hermanos, hijos, sobrinos y cuñados suyos encontraron colocación en puestos relevantes y con estupendos salarios en varias dependencias. No fue el único, otras familias como las de los Alcalde, los Batres y los Monreal brotaron como hongos alrededor y bajo el cobijo del lopezobradorismo.
Hoy Gómez ha sido evidentemente promovido por AMLO, y confirmado por la presidenta Sheinbaum para dirigir la Comisión de la Reforma Electoral en la que además están ya apuntados Rosa Isela Rodríguez, titular de Gobernación; José Pepe Merino, cabeza de Transformación Digital (quien ejecutará la censura en medios y plataformas digitales); Ernestina Godoy, muy cercana al tabasqueño y hoy Consejera Jurídica de presidenta Sheinbaum; Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia; Jesús Ramírez, coordinador de asesores de la mandataria pero con comunicación directa con el principal habitante de Palenque; y el exministro Arturo Saldívar, hoy Coordinador de política y Gobierno.
Todos ellos deberán fingir que discuten y elaboran un proyecto que ya todo mundo conoce para acabar con el INE; eliminar la figura de diputados y senadores pluris y para reducir al mínimo el financiamiento de partidos políticos y en los costos de los procesos electorales.
La Comisión deberá hacer todo eso, según lo establece el decreto que le da vida, entre el lunes 18 de este agosto al martes 30 de septiembre en que deberá entregar el proyecto de la Reforma Electoral a la Cámara de Diputados.
Una vez entregado en San Lázaro, este proyecto pasará a comisiones y estará justo en la responsabilidad de Ricardo Monreal quien como coordinador de la mayoría de Morena tendrá que impulsar un dictamen que deberá ser presentado al Pleno de los diputados quizá a inicios de noviembre, para ser aprobado antes de fines de ese mes.
Sin cambiarle una coma.
Tal como lo planteo desde hace al menos un año el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
EL NUEVO PRESIDENTE DE LA CORTE, DE VISITA EN EL SENADO
Recibido y rodeado sólo por morenistas, el ministro electo Hugo Aguilar Ortiz fue cobijado ayer Adán Augusto López, coordinador de la mayoría de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política; por Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa en esa cámara; por Ignacio Mier, vicecoordinador del grupo mayoritario y por el veracruzano Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
Con ellos, se dijo, “afinó detalles de la toma de protesta de los nuevos integrantes del Poder Judicial de la Federación” acto que se realizará en el Senado y en que podría darse la asistencia de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El senador Fernández Noroña indicó en sus cuentas en redes sociales que el encuentro con el ministro electo Aguilar Ortíz, que ocupará la presidencia de la Suprema Corte, fue una “espléndida reunión”.
El ministro Aguilar Ortiz dijo a los medios de comunicación que ya se tiene todo listo para que el próximo 1 de septiembre los funcionarios electos del Poder Judicial de la Federación rindan protesta en el Senado.
“Agradezco a los senadores y a Servicios Parlamentarios del Senado la información que me han dado para tener un buen acto el día primero de septiembre.
“Agradezco también a todos ustedes (periodistas) el interés y estar presentes aquí”, indicó.
Confirmó que invitó a la presidenta Sheinbaum a la Sesión Solemne de instalación del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acto que, aseguró, será republicano y de gran importancia.
/ Twitter: @_Vizcaino / Facebook
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