Salud

Incart: Fallo del tomógrafo impacta el bolsillo de pacientes oncológicos

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

En el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez (Incart), el tomógrafo averiado afecta directamente el bolsillo de los pacientes oncológicos que acuden a este centro público, en su mayoría de bajos recursos.

El tomógrafo lleva dos años en constante deterioro y pese a varios intentos de reparación mediante el cambio de piezas, el equipo no funciona actualmente; pero en esta última instancia, el Incart optó por pedir ayuda al Servicio Nacional de Salud (SNS), aunque se desconoce en qué etapa se encuentra este proceso.

Debido a la falta del tomógrafo convencional, el Incart ha tenido que priorizar estudios solo a pacientes ingresados, quienes acceden al equipo de tomografía por emisión de positrones (PET-CT). En contraste, los pacientes ambulatorios deben realizarse estos estudios en centros privados, lo que implica gastos adicionales considerables.

Este hospital de tercer nivel, especializado en tratamientos oncológicos, atiende entre 1,500 y 2,000 pacientes diarios, por lo que la ausencia del equipo de imagenología representa una grave limitación para el diagnóstico oportuno, esto así porque, probablemente de otra forma, no podrían acceder a los servicios para mejorar su salud.

Jacinto Antonio Ferreras, paciente de cáncer de colon, que se atiende en el Incart, tenía indicada una tomografía de contraste en la zona abdominal, pero se encontró con la noticia de que el tomógrafo estaba dañado.

“Hace dos semanas fui y me dijeron que estaba dañado. Eso tiene mucho tiempo dañado”, indicó Ferreras, residente en Villa Jaragua, de Neyba, por lo que recorre cientos de kilómetros cada vez que tiene una cita.

En relación con la frecuencia de las citas y los kilómetros que hay que recorrer, afirmó que se ve en la necesidad de hacerlo debido a su problema de salud, además de la situación económica.

“Aquí es que le queda a uno solamente recursos para poder hacer eso y atenderse”, expresó Ferreras, al precisar que al ser un centro público, los servicios son más accesibles para el tratamiento.

Sin embargo, como presenta una condición renal debe esperar a que el nefrólogo le autorice de nuevo la tomografía, la cual debe buscar dónde se la realizará.

Mientras, otra mujer que solo se identificó como Maribel, acompañaba a su esposo quien padece cáncer de próstata y puntualizó la situación por la que pasan.

Explicó que al paciente le indicaron una tomografía del tórax, la cual tuvieron que hacérsela en Cedisa (Centro de Diagnóstico Especializado), con un costo de 3,800 pesos.

Aunque, precisó que no estaba enterada de que el tomógrafo no funcionaba, solo que por cuestiones de rapidez, buscó otra opción para hacerle el estudio a su pareja.

Hasta el año pasado, entre las enfermedades de mayor prevalencia en el Incart estaban el cáncer de mama, en primer lugar, y le sigue el de próstata, colon y pulmón, mientras que se añade el cáncer de cérvix entre las más atendidas en ese centro de salud.

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